Delfine

Era un monstruo mitad mujer, mitad dragón, guardiana de la gruta Cilicia, que trabajaba a las órdenes del monstruo Tifón. En una ocasión, Tifón, le arrancó durante su enfrentamiento en la Tifonomaquia los tendones del brazo a Zeus, el cual perdió la movilidad de sus dedos. Los ocultó en una piel de oso, y se los dio a Delfine para que los custodiara.

Pero en un descuido, Pan asustó a Delfine con uno de sus gritos y Hermes aprovechó para arrebatarle los tendones robados al monstruo y se los entregaron al padre de los dioses, para que siguiera en la batalla. Fue castigada por Zeus con sus poderosos rayos.

Jormungander

Jörmundgander o Jörmungandr, también llamada la "Serpiente de Midgard" (Miðgarðsormr en nórdico antiguo, Midgårdsormen en sueco y danés moderno), es una gigantesca serpiente que ronda Midgard (o Midgård) hasta el día del Ragnarök. Es un monstruo masculino. Tiene al dios Loki como padre y a la giganta Angrboda como madre, hermana del lobo Fenrir y la diosa de la muerte Hel. Cuando los Æsir se enteraron de este ser maligno engendrado por tan terribles padres, y vieron con su don de la adivinación las cosas terribles que haría, decidieron encargarse del monstruo. Odín lo lanzó al mar que rodea Midgard, donde quedará atrapada hasta el día de la destrucción total (Ragnarök). Jormundgander creció tanto que mordiéndose la cola podría abrazar toda la tierra. Se la conoce también por ello en los idiomas escandinavos como "jordens band", "la cinta del mundo". El nombre aparece con varias grafías alternativas en la literatura nórdica: Jormagund, Jormugand, Jormangund, Jormungandr, Jǫrmungandr, y Jörmungandr. La variaciones dependen de los criterios utilizados para interpretar las vocales en las runas, así como el deseo de utilizar la ortografía de los lenguajes nórdicos modernos.

El enemigo de Jörmungander era el dios Thor. Destacan tres mitos en los cuales se muestran sus enfrentamientos.

El reto de Útgarða-Loki:
En el primero, Thor se encuentra a la serpiente, la cual ha sido disfrazada como un colosal gato por el rey gigante Útgarða-Loki. Como uno de los trabajos puestos por Útgarða-Loki, Thor debía cargar al gato, pero como era incapaz de cargar a una criatura tan monstruosa como Jörmundgander, se las arregló para levantarlo lo suficiente para separar del suelo una de sus cuatro patas. Cuando Jörmundgander es revelado por Útgarða-Loki, el levantamiento del gato es considerado como uno de los actos más impresionantes.

Thor, Hymer y Jörmundgander:
Para una fiesta organizada en la morada de Ægir no había suficiente hidromiel para todos porque Ægir no poseía una caldera lo suficientemente grande para prepararla. Ægir le encomendó a Thor la tarea de buscar una caldera, pero ni Thor ni nadie la halló, hasta que Tyr le informó que Hymer el gigante, su padre, poseía una caldera de una milla de profundidad. Partieron en busca del palacio de Hymer para pedir prestada la caldera. 

Al ver llegar a Thor, el gigante se enfureció, sin embargo sacrificó tres bueyes para la cena, de los cuales Thor comió dos enteros, y declaró que al día siguiente comerían pescado. A la mañana siguiente Hymer y Thor salieron a pescar, y se aventuraron en mares demasiado profundos, hasta los dominios de la serpiente de Midgard. Una vez allí, Thor lanzó su caña de pesca y Jörmundgander la agarró, luchando frenéticamente contra su adversario. Mientras el dios lanzaba miradas de odio a la gran serpiente, esta lanzaba mares de veneno.

Hymer, al ver a la gran serpiente de Midgard, se acobardó y cortó el sedal antes de que el barco naufragara, por lo cual Jörmundgander pudo escapar. Al volver al palacio del gigante y dar una prueba más de su fuerza, Thor pudo llevarse la gran caldera.

Ragnarök:
Su último encuentro ocurrirá con la llegada del Ragnarök ("el destino de los regentes/dioses"), cuando Jörmundgander se arrastrará fuera del océano y envenenará los cielos. De sus fauces pululará el veneno y reptará entre el fuego a los pies de los gigantes hasta el lugar donde se halle Thor para luchar contra su némesis y aquel que tantas veces la había intentado cazar. Éste la matará y entonces caminará nueve pasos antes de caer muerto víctima del veneno de la serpiente.

Fenrir

En la mitología nórdica, Fenrir (nórdico antiguo: morador de los humedales; Fenrisúlfr: lobo Fenrir; Hróðvitnir: el famoso lobo; Vánagandr: monstruo del río Ván) es un lobo monstruoso, uno de los hijos que nacieron de la unión del dios Loki y la jotun Angrboda. Sus hermanos son la diosa de la muerte Hel y la serpiente gigante Jörmungandr.

La presencia de Fenrir se atestigua en la Edda poética compilada en el siglo XIII antes de las fuentes tradicionales y de la Edda prosaica y de Heimskringla, escrita en el siglo XIII por Snorri Sturluson. Tanto en la Edda prosaica como en la Edda poética, Fenrir es el padre de los lobos Sköll y Hati y será el encargado de matar al dios Odín durante los eventos del Ragnarök, pero será asesinado por el hijo de Odín, Víðarr.

Al principio sólo era un cachorro, fue criado entre los dioses, pero sólo Tyr era lo suficientemente valiente como para alimentarlo. Fenrir crecía descontrolablemente y, puesto que la völva les profetizó que el lobo se convertiría en una horrible calamidad, intentaron encadenarlo. Dos veces fallaron los dioses en su intento por apresarlo: primero con la cadena de hierro Leding y después con la cadena Droma, el doble de fuerte que la anterior. Fenrir se dejó encadenar ambas veces y se liberó de sus ataduras con extrema facilidad.

Tyr y Fenrir - John Bauer
Los dioses del Asgard estaban desesperados, por lo que Odín encargó a Skírnir, siervo de Frey, que cabalgara hasta Svartalfaheim, el reino de los enanos, para pedirles que fabricaran una ligadura irrompible. Éstos fabricaron una cinta liviana, sedosa y fina que, sin embargo, nadie podría romper, pues estaba fabricada con el sonido de la pisada de un gato, la barba de la mujer, las raíces de la piedra, los tendones del oso, el aliento del pez y la saliva del pájaro. La llamaron Gleipnir.

Llevaron al lobo a la isla Lyngvi, situada en el lago Ámsvartnir. Allí los dioses intentaron romper sin éxito la cadena ante Fenrir y atacaron el orgullo del lobo para que se dejase encadenar una tercera vez, alegando que sólo una criatura tan grande y poderosa como él podría liberarse con sencillez de una cuerda tan fina. Si no lo lograba, los dioses verían que no supondría ninguna amenaza y lo liberarían. Fenrir, receloso tras los dos anteriores intentos de encadenarlo aceptó, pero con la condición de que uno de los dioses metiera la mano en su boca mientras durase la prueba.

Todos los dioses se acobardaron, salvo Tyr, el dios de la guerra, que aceptó el trato del lobo. Tras innumerables intentos y de retorcerse, Fenrir se vio incapaz de liberarse y los dioses reían al ver al enemigo reducido, salvo Tyr, que efectivamente perdió la mano en las fauces de la bestia.

Odín luchando contra Fenrir en el RagnarökEmil Doepler
Una vez se aseguraron de que estaba preso, tomaron la cadena llamada Gelgja, que estaba unida a Gleipnir, y la hicieron pasar por la mitad de una enorme roca llamada Gjol, a la que hundieron en las profundidades de la tierra. Para más seguridad, ataron el otro extremo de la cuerda a una roca llamada Thvite y la hundieron aun a más profundidad.

Fenrir no dejaba de abrir sus monstruosas mandíbulas ni de retorcerse, intentando escapar, así que los dioses colocaron una espada en su boca, quedando el puño en su mandíbula inferior y la punta de la espada clavada en el paladar. De sus aullidos y de la espuma de su boca surgió un río, al que se le llamó Ván, por lo que a veces Fenrir recibe también el nombre de Vánagandr («monstruo del río Ván»). La única razón por la que los dioses mantuvieron a Fenrir con vida, aun a sabiendas de los males que traería, es que respetaban tanto su sagrada morada que no quisieron mancharla con la sangre del lobo.

Fenrir también tendrá protagonismo durante el Ragnarök, el fin del mundo de la mitología nórdica. La völva le contó a Odín en el poema Völuspa de la Edda poética que este lobo sería el que acabaría con él llegada la hora. Durante estos eventos habría crecido tanto que al correr con las fauces abiertas su mandíbula inferior tocaría la tierra y la superior los cielos, y más aún la abriría si tuviera espacio para ello, aparte de que también echaba fuego por los ojos y el hocico según cuenta Snorri Sturlson en la primera sección de su Edda prosaica, el Gylfaginning. Odín es devorado por Fenrir durante la batalla del Ragnarök, pero al instante es vengado por su hijo Vídar, el cual le pisa la mandíbula inferior y le agarra con una mano la superior, abriéndole las fauces hasta desgarrárselas, dándole muerte así al famoso lobo.

Fenrir siendo encadenado con la cuerda Gleipnir -  Dorothy Hardy

Skoll

En la mitología nórdica, Sköll era un huargo que perseguía a los caballos Arvak y Alsvid, que tiraban del carro de la diosa Sól a través de los cielos todos los días, con el objetivo de devorar a la diosa. Sköll tiene un hermano, Hati, quien perseguía al dios Máni (la luna). Era hijo del lobo Fenrir y una jotun de nombre desconocido que se menciona en la Völuspá y en Gylfaginning. Ésta habitaba en el este de Midgard, en el bosque de Járnviðr, el Bosque de Hierro. Cuando llegue el Ragnarök, tanto Sköll como Hati lograrán sus objetivos.

Al igual que en el caso de su hermano, cuando se acercaba a su presa se producían eclipses solares, era entonces cuando la gente de la tierra acudía en ayuda del astro produciendo ruido con calderos y sartenes para espantar al lobo. En algunas circunstancias, Sköll es usado como un heiti para referirse indirectamente a su padre, Fenrir. Es el caso del verso 46 del Vafþrúðnismál, donde se le atribuye a Fenrir el objetivo de atrapar a Sol en vez de a su hijo.

Hati

En la mitología nórdica, Hati era un huargo que perseguía a Máni, el dios de la luna, por el cielo todas las noches. Cada vez que lograba acercarse a su presa se producían eclipses lunares. Su hermano Skoll, perseguía a Sól, la diosa del sol. Según los textos GrímnismálGylfaginning, también era conocido como Hróðvitnisson, el hijo de Hróðvitnir (Fenrir, «el famoso lobo»). En Völuspá se deja ver que la madre de Hati es Angrboda, donde aparece mencionada mencionada como «la vieja» que pare hermanos de Fenrir en Járnviðr, el Bosque de Hierro, al este de Midgard.

La vieja giganta cuidando de su descendencia en forma de lobo - Lorenz Frølich
En Gylfaginning, Snorri Sturlson añadió que en el Bosque de Hierro viven muchas gigantas y brujas, de las cuales una pare muchos hijos de gigantes, y todos con forma de lobo. Entre estos lobos, el más fuerte es conocido como Managarm («Sabueso de la luna») que se alimenta con la vida de todos los hombres que mueren y es identificado con Hati porque de él se dice que devorará la luna. Se creía que cuando Hati mordía o se acercaba a la luna, se producía un eclipse lunar. Finalmente, tal y como dicen las profecías, cuando llegue el Ragnarök, Hati y Skoll alcanzarán a sus presas y los devorarán.
Al Este la vieja, en Bosque de Hierro,
pariendo estaba hermanos de Fenrir;
uno entre todos un día será
quien en forma de monstruo a la luna devore. 
Con la vida se sacia que saca a los muertos,
de sangre él tiñe el sitial de los dioses;
sol negro después brillará en verano,
hará muy mal tiempo. -¿O mejor lo sabéis? 
Versos de Völuspá, Edda Mayor
Aadamah

Wendigo

El Wendigo es una criatura mitológica, que se cuenta en muchas culturas de américa; sin embargo se dice que el primer Wendigo fue un mortal traicionado por su amada, que para vengarse la mató y se comió su corazón, pero en vez de saborear el calor de la venganza, su corazón se congeló convirtiéndolo en una bestia devora corazones.

Este mito podría estar relacionado con ciertas historias entre los pueblos indios acerca de casos de canibalismo para sobrevivir a los duros inviernos de estas duras zonas del continente.

El Wendigo se personifica unas veces como el viento sobre las copas de los árboles o como un espíritu, otras como un ser musgoso que habita en lo profundo del bosque, otras como una terrible criatura mitad bestia mitad hombre. Este ser "llama" a sus presas por su nombre, y cuando éstas oyen su llamada no pueden evitar el correr a las profundidades del bosque y perderse para siempre. Es una criatura casi humana la cual practica el canibalismo, se dice que las personas que se convierten en un "wendigo" suelen ser montañistas que se perdieron y al no encontrar alimentos recurrían al canibalismo, devorando a sus compañeros. Se cree que habitan en los bosques y se ocultan en cuevas.

Las leyendas acerca del Wendigo son numerosas, así en unas es una personificación de un gran cazador que se perdió en el bosque y por alimentarse con carne humana fue castigado y se transformó en algo parecido a un zombie, con grandes manos con garras y muy ágil, que se alimenta de carne humana. En otras se dice que es un espíritu del bosque, corpulento y con pelo blanco, que se alimenta de musgo. En casi todas se cuenta que comía guerreros que se aventuraban demasiado en los grandes bosques desiertos y helados del norte de Estados Unidos y Canadá y que se perdían en los mismos.

Sin embargo, existen otras interpretaciones más felices de este ser, convirtiéndolo en un mero acompañante de los viajeros. Cuando una persona viaja sola por el bosque, el wendigo la sigue y desaparece cuando el mismo se vuelve para cerciorarse de si hay alguien a su espalda. En estas interpretaciones el wendigo es totalmente inofensivo en sí mismo, pero el miedo que puede provocar lleva a la pérdida del viajero en el bosque o a su despeño por un precipicio.

Ramidreju

El ramidreju es un animal legendario de la mitología cántabra. Este animal semejante a una comadreja nace cada cien años de las monucas galanas (comadrejas) o de las rámilas (martas). De aspecto delgado y muy largo, posee una piel rayada de color verde, sus ojos son amarillos y tiene un hocico de jabalí del que se vale para excavar profundos agujeros en la tierra similares a los de los topos. Es muy buscado en Cantabria porque dicen que su piel cura todas las enfermedades y que sirve para encontrar tesoros escondidos.

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Ankou

El Ankou es un personaje legendario de la mitología popular de la Baja Bretaña, en Francia. Es la personificación de la muerte.

El Ankou no es la muerte en sí misma, sino su servidor. Se ocupa de recoger las almas de los difuntos recientes en su viejo carro (karr an Ankoù, "carro del Ankou" en bretón). Se dice que cuando un vivo escucha el sonido chirriante del carro (wig ha wag) es señal de que él mismo o alguien próximo a él no tardará en morir. También se dice que todo aquel que vea al Ankou morirá en el transcurso de ese año.

El escribano y folklorista bretón Anatole Le Braz describió así al Ankou:

El Ankou es el obrero de la muerte (oberour ar maro). El último fallecido del año en una parroquia cualquiera se convierte en el Ankou de esa parroquia durante el año siguiente. Si en un año determinado hay más defunciones de lo habitual, se dice del Ankou: 

-War ma fé, heman zo eun Anko drouk / "Cielo santo, éste es un Ankou cruel".

Muchos describen al Ankou como un hombre muy viejo y delgado, con los cabellos largos y blancos y un gran sombrero de fieltro negro. Otros aseguran que tiene la forma de un esqueleto envuelto en un sudario, cuya cabeza gira constantemente sobre sí misma en lo alto de la columna vertebral a fin de poder otear de un solo vistazo toda la región que se le ha encomendado recorrer.
En uno u otro caso, el Ankou tiene en la mano una guadaña, que difiere de las guadañas normales en que su hoja está vuelta hacia afuera y no hacia dentro. De este modo el Ankou no la hace regresar a él cuando siega; contrariamente al uso de todos los segadores de heno y cosechadores de trigo, él la arroja hacia adelante.

El Ankou aparece representado en algunas iglesias como la de La Martyre, bajo la forma de un esqueleto armado con una flecha o una guadaña. También existen dos esculturas suyas, una de madera policromada en la iglesia de Saint Milliau de Ploumilliau (Côtes-d'Armor) y otra en el Musèe des Jacobins de Morlaix (ambas datan del siglo XVII).

Baku

Los baku (comedores de sueños) son seres de la mitología japonesa generalmente descritos como quimeras, con la cabeza de un elefante y el cuerpo de un león o con la cabeza de un león, el cuerpo de un caballo y la cola de una vaca y las patas de un tigre. Estas criaturas también pueden parecerse mucho a los cerdos y su color varia desde negro a rosa.

Originalmente de China, por lo general se los describe como seres benignos que se comen las pesadillas y los malos espíritus.

El baku es muy famoso por su habilidad de devorar sueños y cuando alguien tiene una pesadilla puede hablarle al Baku dentro del sueño y él la devorará. A la noche siguiente solo hallarán buenos y reconfortantes sueños. Además también se dice que puede cazar a los espíritus que propagan enfermedades y peste.

Quizás es uno de los yōkai más populares desde que los padres les dicen a sus niños que recen para que baku los proteja en sus sueños.

Calchona

La Calchona (proviene del mapudungun Kalcha: mecha o pelo largo desordenado y sucio) es el nombre de un ser mitológico perteneciente a la mitología chilena de la zona central.

El término antiguamente también se utilizaba igualmente para describir a las mujeres indicadas de brujas.

La versión más popular describe a la Calchona como una criatura con la apariencia de una oveja, con las patas delanteras, rostro y cabello de una mujer, desprovista de la capacidad de hablar, por lo que solo puede balar como una oveja. 

La leyenda dice que la Calchona originalmente fue una bruja que tenía un matrimonio y dos hijos pequeños, teniendo su hogar en un campo de la zona central de Chile. Sin embargo, su familia desconocía que ella practicaba la brujería. En su hogar escondía varios frascos que contenían unos mágicos ungüentos, que al aplicarlas sobre una persona, permitían transformar un ser humano en el animal que eligiese.

Se dice que todas las noches usaba su poder para que su marido e hijos no se despertasen en toda la noche, y por razones que se desconocen, la Calchona posteriormente realizaba el extraño rito de colocarse los mágicos ungüentos para transformarse en una gran oveja negra y salir a pasear por los campos hasta la madrugada, recobrando su forma humana al volver a aplicarse sus ungüentos.

Pero un día se le olvidó realizar el hechizo para dormir a su familia y debido a ello sus hijos la vieron transformarse. Al ver la asombrosa transformación, queriendo imitar a su madre, se pusieron los ungüentos y se transformaron en zorros. Pero tras transformarse se dieron cuenta de que no sabían cómo volver a ser niños, por lo que se pusieron a llorar amargamente. Sus llantos despertaron al padre que quedó sorprendido al no encontrar ni a su esposa ni a sus hijos.

Producto del amor a sus hijos y las historias que había escuchado sobre los ungüentos que utilizaban las brujas, logró imaginarse que aquellos frascos pudieran contener algún tipo de ungüento mágico y que aquellos zorros eran posiblemente su familia. Así decidió probar aquellos ungüentos en los zorrs, los cuales inmediatamente se transformaron de nuevo en niños. Estos le contaron que su madre era la dueña de los ungüentos, así que el padre, asustado y para evitar que les volviera a ocurrir lo mismo a sus hijos, decidió tirar el ungüento en las aguas de un río y alejarse con sus hijos de la cas.

Cuando regresó la Calchona a su casa, todavía convertida en una oveja negra, asustada al ver que no estaban ni su marido ni sus hijos, comenzó a buscar sus ungüentos por toda la casa y los alrededores. Pero solamente encontró frascos casi vacíos. Muy afligida, trato de utilizar los restos de ungüento para transformarse nuevamente en ser humano, pero sólo le alcanzó para transformar sus manos, rostro y cabello a su forma humana. Quedando para siempre convertida en ese animal mitológico.

Por eso, cuando los campesinos sienten balar una oveja que vaga sola por los campos por la noche saben que se trataría de la mítica calchona y como tradición le dejan un plato con comida para que se alimente, ya que se dice que la Calchona es totalmente inofensiva y estaría arrepentida de sus antiguos actos de brujería.