Talos

Talos (griego: Ταλως) era un gigante de bronce de la mitología griega. Según la Biblioteca mitológica de Apolodoro, era un autómata con aspecto humano entregado a Minos por Hefesto, pero según algunos era un toro. Al igual que en la Argonáutica de Apolonio de Rodas, también se decía que este gigante era el último hombre perteneciente a la raza de bronce creada por los dioses, aunque en esta versión se lo entregó Zeus a Europa. Pausanias recogió una versión local de este mito en el libro VIII de su Descripción de Grecia, donde dice que Cinetón escribió en sus versos que Radamantis era hijo de Hefesto, éste de Talos y Talos hijo de Cres (la isla de Creta).

Talos tenía una sola vena que se extendía desde el cuello hasta los tobillos, y el extremo de la vena estaba cerrado con un clavo igualmente hecho de bronce. Este autómata se encargaba de vigilar la isla de Creta, la cual recorría tres veces al día para que nadie atracase en sus costas; por eso, cuando vio acercarse la Argo, la embarcación de los argonautas, le arrojó enormes piedras para derribarla. Murió engañado por la hechicera Medea, pues unos dicen que ella lo enloqueció con drogas, otros que habiendo prometido hacerlo inmortal le sacó el clavo y, al fluir todo el icor, murió; pero también se dice que pereció al ser flechado en el tobillo por Peante.

Medea y Talos - Sybil Tawse

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