Trol

Los troles son una tribu de seres sobrenaturales de la mitología nórdica y el folclore escandinavo. Originalmente el término trol podría haber sido un sinónimo de connotaciones negativas para los jotun. En las antiguas fuentes nórdicas, los seres descritos como troles vivían en pequeñas familias en aisladas rocas, montañas o cuevas, y rara vez ayudaban a los seres humanos. Más tarde, en el folclore escandinavo, los troles se convirtieron en una raza distinta a los jotuns. Vivían lejos de los hombres, no estaban cristianizados y suponían un gran peligro para los hombres. Dependiendo de la tradición cambiaba su apariencia, podían ser feos y torpes, o ser exactamente iguales a los seres humanos.

En el libro Skáldskaparmál de la Edda prosaica se narra el encuentro entre una mujer jotun sin nombre y el esclado del siglo IX, Bragi Boddason. De acuerdo al texto, una vez entrada la noche, Bragi conducía a través de "cierto bosque" cuando una jotun le preguntó quién era, en el proceso se describió a sí misma:
Troll kalla mik
tungl sjötrungnis,
auðsug jötuns,
élsólar böl,
vilsinn völu,
vörð náfjarðar,
hvélsvelg himins –
hvat's troll nema þat?
‘Me llaman trol,
Luna de la morada de Hrungnir,
gigante de los vendavales,
maldición de las lluvias,
compañera de la Vala,
guardiana del "nafjord",
devoradora de la rueda celeste.
¿Qué es sino un trol?
Bragi, antes de que termine la escena. le respondió describiéndose a sí mismo y sus habilidades como hábil escaldo.


Con el tiempo, en el folclore escandinavo, los troles se afianzaron como un tipo diferente de criaturas. En las numerosas historias de las que se tiene constancia, los troles son descritos con frecuencia como seres extremadamente viejos y muy fuertes, pero lentos y de pocas luces. En ocasiones son devoradores de hombres, y se convierten en piedra con la luz del sol. Sin embargo, en otras historias, aparecen como seres muy similares a los humanos, con la diferencia de que estaban dotados de enormes orejas y narices, y tal vez cola, y que vivían apartados del hombre en pequeñas comunidades familiares. El catedrático John Lindow añade que para ellos el cristianismo y las costumbres de los humanos son algo totalmente desconocido y tendían a proclamar como suyo montañas y grandes extensiones de terreno, invadiendo granjas y fincas.

En algunos cuentos escandinavos se dice que los rayos y truenos asustan a los troles, como una reminiscencia de cómo los jotuns nórdicos temían a Thor, dios del trueno y enemigo de los gigantes. Actualmente dicen que ya no hay troles en Escandinavia porque huyeron a otras tierras asustados por las tormentas eléctricas y por la abundancia de iglesias, ya que el ruido de las campanas les recuerda el estruendo de Mjolnir. Eso sí, se resistieron a abandonar sus tierras, en muchas leyendas se relata cómo los troles destruían iglesias en construcción o destrozaban las ya edificadas lanzando rocas. En pleno siglo XX se decía que muchas rocas o peñascos eran fruto de los destrozos ocasionados por los troles, o, incluso, troles convertidos en piedra al entrar en contacto con la luz del sol.


Los troles más pequeños solían vivir en grupos en las montañas de Escandinavia. En Dinamarca se les conoce como troldfolk ("pueblo trol"), bjergtrolde ("trol de montaña"), o bjergfolk ("gente de la montaña") y en Noruega también como troldfolk ("pueblo trol"). los trolls pueden ser descritos como seres pequeños, parecidos a los humanos, o tan altos como los hombres, según la región.

En el cuento Los tres cabritos Gruff  (noruego: De tre bukkene Bruse) tres cabras intentan cruzar un puente, bajo el cual hay un aterrador trol que quiere comérselas. En la historia tres cabritos apellidados Gruff de varios tamaños y edades, con frecuencia descritos como hermanos, debían cruzar un río para llegar a un "sæter"(una granja de verano en las colinas), pero el único modo de cruzar era pasar por un puente en el que vivía un aterrador trol que se comía a todo el que pasaba por allí. La cabra más joven, desconociendo esto, cruzó el puente, pero el trol le deja pasar cuando le dice que sus hermanos son más grandes y más gratificantes como festín. La cabra mediana ve que la joven ha cruzado y llega a la conclusión de que el puente debe ser seguro después de todo, pero cuando cruza y el trol le da el alto ella también le dice que su hermano mayor tendría más carne. Cuando la mayor y más grande de las cabras intenta cruzar, el trol sale para capturarla pero es corneado y acaba de bruces en el río. Desde entonces el puente es seguro y los tres cabritos pueden ir a los fértiles campos alrededor de la granja de verano en las colinas.


A lo largo de muchas culturas aparece la leyenda de los niños cambiados, historias en las que un ser sobrenatural rapta un infante humano y deja como sustituto un vástago de su raza. En Escandinavia son los troles los encargados de robar niños, y, como la mayoría de seres mágicos del folclore escandinavo, temían el hierro. Así que, como protección, los padres solían poner un par de tijeras o un cuchillo sobre la cuna de un bebé no bautizado. 

En un cuento sueco se instigaba a una madre humana a maltratar al niño cambiado para que los troles le devolviesen su verdadero hijo, pero ella se negó, incapaz de maltratar a un niño inocente a pesar de conocer su naturaleza. Cuando su marido le exigió que abandonase al trol, se volvió a negar, y él la dejó. Tras esto se encontró con su hijo en el bosque, vagando libremente. El hijo le explicó que como su madre nunca había sido cruel con el niño cambiado, sus secuestradores nunca fueron crueles con él, y cuando ella sacrificó lo que más quería, su marido, lo liberaron.

En el cuento sueco Bortbytingarna de Helena Nyblom, una princesa es secuestrada por troles y reemplazada por su propia hija (bastante en contra de los deseos de la madre trol). Las niñas cambiadas crecen con sus nuevos padres, y ambas se convierten en hermosas jóvenes, pero encuentran difícil adaptarse. La chica humana está disgustada con su futuro prometido, un príncipe trol, mientras que la chica trol está aburrida con la vida que lleva y su aburrido futuro novio humano. Por casualidad ambas se pierden en el bosque enfadadas con las circunstancias de sus vidas, y se cruzan sin darse cuenta. La chica humana llega al castillo, donde la reina inmediatamente la reconoce, y la chica trol encuentra a una mujer trol que maldice a gritos mientras trabaja. La chica trol se ríe, pues la mujer trol es mucho más divertida que cualquier otra persona que haya visto, y su madre ve feliz cómo su verdadera hija ha regresado. Ambas se casan el mismo día.

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