Serpopardo

La palabra serpopardo es un término aplicado por algunos estudiosos modernos para referirse a una bestia mítica del Antiguo Egipto y Mesopotamia. Este término no se utiliza en los textos originales y es una interpretación hecha recientemente, compuesta por las palabras "serpiente" y "leopardo", ya que el nombre original de esta bestia es desconocido. 

Esta criatura aparece principalmente como decoración en las paletas de cosméticos del período pre-dinástico de Egipto y como motivo decorativo en los sellos cilíndricos del Período Uruk (3500-3000 A.C.).

Se le identifica normalmente como una leona dotada de un cuello inusualmente largo. Tiene el típico penacho en la punta de la cola de dicha especie y no tiene el cuerpo moteado. La cabeza no tiene atributos de reptil, sin escamas, lengua u ojos de serpiente, y las orejas con las que se le representa son redondas como las de los leones Al igual que otros pueblos de la antigüedad, los egipcios son conocidos por sus precisas representaciones de los animales con los que cohabitaron, por lo que es fácil reconocer las partes originales que componían sus criaturas híbridas, empleadas para representar deidades y conceptos religiosos.

Las leonas interpretaron un papel muy importante en los conceptos religiosos del Alto y Bajo Egipto, y es probable que hayan sido designadas como animales relacionados con la protección y la realeza. Los cuellos largos pueden ser una simple exageración, utilizada para encuadrar un motivo artístico.

Se cree que en Mesopotamia, el uso de estos leones de cuello serpentino y el de otras quimeras, es «la manifestación del aspecto ctónico del dios de la vitalidad natural, que se manifiesta en todo tipo de vida que brote de la tierra».

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