Mantícora

La mantícora (persa medio: مارتیا خوار; Martyaxwar; come hombres) es una criatura legendaria proveniente de Asia que llegó a Grecia gracias a la obra Indica, de Ctesias. Este animal tenía el cuerpo de un león, de color rojo, con cara humana y tres filas de afilados dientes, su voz era como el de una trompeta y su cola, similar a la de un escorpión, disparaba dardos venenosos con los que paralizaba o mataba a sus víctimas, a las que devoraba enteras sin dejar huesos, ropas o cualquier otra posesión. En representaciones modernas también se le han añadido cuernos o alas de murciélago.

El mito de esta criatura proviene de Persia, donde era conocida como «come hombres» (persa medio: مارتیا, mardya (hombre/humano) y خوار, khowr (comer). Manticora, en castellano proviene del latín, mantichora, que a su vez proviene del griego μαρτιχώρα (martichora). Claudio Eliano menciona la información dada por Ctesias sobre esta criatura en el libro VI de su obra Historia de los animales:
«Hay en la India un animal salvaje fuerte e intrépido, tan grande como el más grande de los leones, de piel roja como el cinabrio, peludo como ciertos perros, que se llama martichóras en la lengua de los indios. Su cara está de tal manera configurada, que no parece de bestia sino de hombre. En su mandíbula superior están encajadas tres filas de dientes y otras tantas en la inferior; dientes extraordinariamente agudos y más grandes que los colmillos de los perros. También sus orejas se parecen a las del hombre, pero son más grandes y peludas. Tienen los ojos azules y parecidos también a los del hombre, pero has de saber que sus pies y garras son como de león. En la extremidad de su cola está adosada la uña de un escorpión, que tiene un codo de longitud, y a cada lado de la cola, tiene aguijones a espacios regulares. El aguijón de la extremidad cuando se clava en quien encuentra le produce la muerte instantánea. Si alguien persigue al animal, él dispara lateralmente sus aguijones como flechas y puede hacerlo a gran distancia. Cuando descarga sus aguijones hacia adelante, encorva la cola; si por el contrario, los dispara hacia atrás, como hacen los sacas (nómadas iranios), extiende la cola todo lo larga que es. El proyectil mata a todo ser viviente alcanzado por él. Únicamente no mata al elefante. Los aguijones que dispara tienen un pie de largo y el grosor de una enea. Dice Ctesias, y añade que su testimonio lo confirman los indios, que en los lugares desde donde son disparados los aguijones de este animal nacen otros, de manera que este mal produce su secuela de males. Y dice el mismo autor que la bestia se deleita, sobre todo, en devorar hombres; que mata a la vez a muchos hombres, y que no se queda al acecho de uno solo, sino que ataca a dos o tres y él solo avasalla a este número. Vence a los demás animales; sólo al león no lo puede abatir. Hasta su propio nombre declara la complacencia de este animal por la carne humana, porque significa en lengua griega comedor de hombres y de su actividad se deriva. Es sumamente veloz, como el ciervo. Los indios cazan a las crías de estas bestias cuando sus colas aún no tienen aguijones, y machacan aquéllas con una piedra para que no puedan producir otros. El sonido de su voz es parecidísimo al de una trompeta. Dice también Ctesias (si es que se ha de considerar a Ctesias testigo digno de crédito en asuntos como éste) que ha visto este animal en Persia, porque los indios se lo enviaron al rey de los persas como regalo. De todos modos, después de oír las peculiaridades de este animal, préstese la atención debida al historiador de Cnido».
Mantícora en  La historia de las bestias de cuatro patas - Edward Topsell
 Pausanias se mostraba más escéptico ante la existencia de este animal, y en el libro IX de su Descripción de Grecia se atreve a intuir que la mantícora es en realidad la versión exagerada de un tigre:
«El animal del relato de Ctesias en su historia de los indios dice que es llamado marticora por los indios y andrófago por los griegos- creo que es el tigre. Tiene tres filas de dientes en cada mandíbula y en el extremo de su cola aguijones, con los que se defiende de cerca, mientras que los lanza a los que están lejos como una flecha de un arquero. Ésta me parece que es una historia no verdadera que los indios han recibido unos de otros por un excesivo temor al animal. Se engañaron también respecto a su color, pues cuando el tigre se les mostraba a la luz del sol, parecía rojo y de un color, bien por su velocidad, o si no corría, a causa de sus continuas ondulaciones, especialmente cuando no se ve de cerca; y creo que si uno recorre las partes más remotas de Iliria, India o Arabia, queriendo hallar todos los animales que se encuentran entre los griegos, algunos no los encontrará en absoluto, y otros tienen un aspecto diferente».
Plinio el Viejo no compartió la desconfianza de Pausanias e incluyó a la martícora (transcrita como mantícora de la obra de Aristóteles) en su propia Historia Natural, diciendo además que era capaz de imitar la voz humana :
«Ctesias escribe que entre ellos nace un animal al que llaman mantícora, con una triple hilera de dientes que se acoplan a modo de peine, con el rostro y las orejas humanos, los ojos claros, el color de la sangre, el cuerpo de león, clavando el aguijón con la cola, como el escorpión, una voz como si se mezclase el sonido de la flauta con el de la trompeta, de gran rapidez, que ataca sobre todo al cuerpo humano […] Juba atestigua que en Etiopía la mantícora también imita la voz humana».
Lo dicho en las obras de Plinio el Viejo pasaron a la Edad Media como hechos totalmente verídicos, y varias criaturas imaginarias, como la mantícora, pasaron a figurar en los bestiarios medievales. Por una mala etimología inglesa se llegó a creer que el nombre de este ser provenía de man (hombre) y tiger (tigre), aunque otras fuentes aseguran que el mantyger, también conocido como lampago o satyral, es otra criatura diferente, utilizada en heráldica por primera vez en 1470, que tiene el cuerpo de un tigre, cara de hombre anciano y cuernos.

Representación moderna de una manticora - Chris Rahn

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