Churel

Una Churel, también llamada churail, chudail o chudel (Urdu: چڑیل, devanagari: चुडेल) es un fantasma femenino del folclore del sur de Asia. Es equivalente a Lilith y es bien conocida en el norte de la India, Bangladesh y Pakistán. La palabra "Churel" también se utiliza coloquialmente como sinónimo de bruja. Estos espíritus nacen de una mujer que murió, ya sea en el parto, durante el embarazo o durante la menstruación, osea, en un estado de impureza ritual, en especial si la mujer muere durante el Diwali, el festival hindú de las luces. Las mujeres que mueren durante el parto o el embarazo debido a la negligencia de sus familiares acaban convirtiéndose en churels, que vuelven en busca de venganza y chupar la sangre de su parientes masculinos.

La churel suele describirse con un aspecto horrible y terrorífico, despeinada y con los pechos largos y caídos. También tiene los pies al revés, una gran barriga, las manos como garras y el vello púbico largo y desaliñado, pero lo que más destaca de este espíritu es su larga lengua negra oculta tras unos colmillos similares a los de un jabalí y unos gruesos y ásperos labios. A pesar de todo esto puede aparecer disfrazada de una hermosa doncella para atraer a los hombres jóvenes de su familia. Les drena la sangre, el semen y la virilidad, hasta envejecerlos y dejarlos como hombres de edad avanzada. Cuando terminan con uno, buscan otro miembro de su familia. Suele morar en lugares asociados con la muerte y la inmundicia, como cementerios, catacumbas, antiguos campos de batalla, cruces de caminos o alcantarillas.

Hay tres tipos de churels. Las Poshi Churels son aquellas que no disfrutan de los placeres sexuales, por lo que "miman" a los niños y sirven a sus maridos. Las Soshi Churels, las más comunes, las que fueron hostigadas en vida por sus familiares y regresan después de la muerte para drenar la sangre de los hombres de su familia. Y finalmente las Toshi Churels, todavía unidas a sus queridos maridos, a los que traen alegría.

La mejor solución para protegerse de dicho espíritu es evitando su creación. Para ello se llevan a cabo varios rituales especiales en el entierro de una mujer que haya muerto durante el parto o el embarazo. El cadáver debería clavarse a la tumba, atarlo o ser enterrado boca abajo, para evitar así que la churel salga del cementerio. Con esto se adoptan medidas para que al menos la Churel no encuentre su camino de regreso a casa para atormentar a su familia.

También se dice que las churels no pueden evitar contar semillas, por lo que sus familiares dejan semillas de mostaza sobre su tumba o esparcidas por el cementerio, así este espíritu no podrá volver a su casa hasta que no las haya recogido todas.

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