Karkadann

El karkadann (de Kargadan, en persa: كرگدن «Señor del desierto») era una criatura mitológica que habitaba en los llanos cubiertos de hierba de Persia y la India. La palabra kargadan también se utiliza para referirse al rinoceronte en Persia y Arabia.

Las descripciones del karkadann se pueden encontrar en el arte del norte de la India. Al igual que un unicornio se le puede someter ante la presencia de una virgen y se muestra feroz hacia otros animales. Originalmente estaba basado en el rinoceronte indio y su primera descripción apareció entre los siglos X y XI. Se convirtió en un animal mitológico a través de la obra de escritores posteriores como «un sombrío ancestro del rinoceronte dotado de cualidades extrañas, como un cuerno con cualidades medicinales.»

Una de las primeras descripciones del karkadann proviene del erudito persa Abū Rayḥān al-Bīrūnī (Al-Biruni, 973-1048). Este erudito lo describió como un animal con «la constitución de un búfalo; piel negra y escamosa; papada; pezuñas con tres uñas amarillas; su cola no es muy larga; los ojos están muy bajos, más bajos que los de cualquier otro animal; en la punta de su nariz hay un cuerno que se dobla hacia arriba.». Un fragmento de Al Biruni conservado en la obra de otro autor añade algunas características más: «el cuerno es cónico, doblado hacia atrás apuntando a la cabeza, más largo que un palmo; las orejas del animal sobresalen a los lados de su cabeza, como las de un burro; y su labio superior tiene forma de dedo, como la protuberancia al final de la trompa del elefante.» Como se ve en estas dos descripciones está claro que el rinoceronte indio fue la base para este animal, pero la confusión entre el rinoceronte y el unicornio empezó a forjarse desde que los persas usaban la misma palabra, karkadann, tanto para el rinoceronte como para el mítico equino, y esta confusión queda patente en las ilustraciones de la criatura.

Después de Al-Biruni otros eruditos persas tomaron su descripción y crearon cada vez versiones más extravagantes de la bestia debido a la falta de información de primera mano y la dificultad de la lectura e interpretación del árabe antiguo. El cambio más importante del karkadann lo sufrió su cuerno. Mientras Al-Biruni lo describió corto y curvo, los escritores posteriores lo definieron como un cuerno largo y recto, y lo situaron en la frente del animal, en lugar de la punta de su nariz.

El médico persa Zakariya al-Qazwini es uno de los escritores que a finales del siglo XIII relacionó el cuerno del karkadann con pócimas y ungüentos en su 'Ajā'ib al-makhlūqāt wa gharā'ib al-mawjūdāt'. Este autor enumeró algunos de sus efectos beneficiosos: Sostener el cuerno aliviaba el estreñimiento, podía curar la epilepsia y la cojera. Autores posteriores también afirmaban que su cuerno podría servir como antídoto de cualquier veneno.

En el siglo XIV, Ibn Battuta, en sus viajes, nombró al rinoceronte que vio en la Inda como karkadann, y lo describió como una feroz bestia que echaba de su territorio animales tan grandes como el elefante. Esta es la historia que se cuenta en Las mil y una noches en El segundo viaje de Simbad el marino.

Elmer Suhr denominó al karkadann como «la versión persa del unicornio». Este nombre aparece también en bestiarios europeos medievales, como los del Escorial y París, donde el nombre karkadann aparece al pie de ilustraciones de unicornios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario