Uwan (japonés: うわん) es un misterioso yokai que fue ilustrado por primera vez, según el Desfile nocturno de los cien demonios de Matthew Meyer, en el Hyakkai Zukan (japonés: 百怪図巻) de Suushi Sawaki. No existen carácteres chinos para escribir el nombre de esta criatura, por lo que no se sabe exactamente su significado; se cree que es un nombre onomatopéyico porque sólo asusta a los transeúntes solitarios gritando: «¡Uwan!». Vive en los alrededores de casas y templos antiguos y, si alguien valiente le devuelve su grito, huye y le deja en paz.
Este yokai aparece de repente como un hombre grotesco de enorme cabeza y amplia boca alzando sus garras de tres dedos, entonces grita ¡Uwan! y aterra a aquellos que pasen cerca de él. Shigeru Mizuki recogió una leyenda sobre este espectro en la que una pareja de la zona de Aomori consiguió ahorrar lo suficiente para comprar un viejo caserón. Tras adecentar toda la casa, pasaron la primera noche allí, aunque no pudieron pegar ojo porque no dejaban de escuchar una profunda voz que gritaba «¡Uwan!». Al preguntar a sus vecinos, estos aseguraban que no habían escuchado nada y comenzaron a correr habladurías sobre que la pareja no descansaba por la noche por estar teniendo relaciones sexuales. Sin embargo, un anciano del lugar que escuchó su relato afirmó que desde tiempo atrás, en los viejos caserones se aparece el yokai conocido como Uwan, y que esa era la voz que no les dejaba dormir.
Este yokai aparece de repente como un hombre grotesco de enorme cabeza y amplia boca alzando sus garras de tres dedos, entonces grita ¡Uwan! y aterra a aquellos que pasen cerca de él. Shigeru Mizuki recogió una leyenda sobre este espectro en la que una pareja de la zona de Aomori consiguió ahorrar lo suficiente para comprar un viejo caserón. Tras adecentar toda la casa, pasaron la primera noche allí, aunque no pudieron pegar ojo porque no dejaban de escuchar una profunda voz que gritaba «¡Uwan!». Al preguntar a sus vecinos, estos aseguraban que no habían escuchado nada y comenzaron a correr habladurías sobre que la pareja no descansaba por la noche por estar teniendo relaciones sexuales. Sin embargo, un anciano del lugar que escuchó su relato afirmó que desde tiempo atrás, en los viejos caserones se aparece el yokai conocido como Uwan, y que esa era la voz que no les dejaba dormir.
Ilustración del Uwan en el Hyakkai Zukan |
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