Perro getulo

El naturalista Conrad Gessner incluyó en el primer volumen de su Historia Animalium a una extraña raza de perros que nos es desconocida a día de hoy: el perro getulo o de Getulia (latín: canis getulus). Este peculiar animal, del que ya había ejemplares en Britania en el siglo XVI, tenía las patas muy largas en comparación con el resto del cuerpo, que era muy peludo, chato y curvado, como si estuviera constreñido; tenía el cuello muy corto, casi inexistente, al igual que la cola; y su cara era como la de los erizos: afilada y negra. Ladraba como el resto de perros, pero su manera de caminar era similar a la de los simios.

Lo más peculiar de este perro no era sólo su aspecto, sino que también tenía la capacidad de imitar con gran facilidad todo cuanto veía, de ahí que Edward Topsell lo llamase Mímico (inglés moderno temprano: Mimick) en su The History of Four-footed Beasts. También se les llamaba perros lucernarios (latín: canis lucernarius) y eran tan hábiles en el arte de imitar que se pensaba que eran concebidos por simios, con los que dejaban que se criasen desde cachorros para que aprendieran de ellos. Eran muy numerosos en Egipto en la época de Ptolomeo, donde se les entrenaba para actuar y bailar al son de la música. Gracias a estas habilidades eran empleados como sirvientes en los hogares de los hombres más pobres o incluso como reparto en obras teatrales o de marionetas.

Ilustración del The History of Four-footed Beasts, de Edward Topsell

Fuentes

Gessner, Conrad: Historia animalium I. Christoph. Froschoverum, Zúrich (1553).
Topsell, Edwatd: The history of four-footed beasts, serpents and insects. E. Cotes, Londres (1658).

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