Las melias o melíades (griego antiguo: Μελια; Melosas/De los fresnos) son las ninfas que nacieron de Gea cuando fue fecundada con la sangre que derramó Urano al ser castrado por su hijo Cronos, por lo que son hermanas directas de las Erinias y los gigantes. Es posible que estas ninfas, junto a Ida y Adrastea, criasen a Zeus cuando tan solo era un bebé alimentándolo con miel y la dulce savia de los fresnos.
Hesíodo cuenta en Los trabajos y los días que la raza de bronce de los humanos nació de los fresnos, por lo que se puede interpretar que las melíades, relacionadas con estos árboles, fueron sus madres y las esposas de la raza anterior de hombres, los pertenecientes a la edad de plata.
La raza de hombres de bronce fue terrible y vigorosa; solo les interesaba la guerra, estaban llenos de soberbia y no comían pan. No conocían el hierro y todas sus posesiones estaban hechas de bronce, como sus armas, casas y herramientas. Entre ellos se encontraba el salvaje Licaón y sus hijos, el gigante Talos y los hombres a los que Prometeo entregó el fuego desafiando la voluntad de Zeus. Por el caracter impío y salvaje de esta raza, Zeus los eliminó de la tierra con una gran inundación de la que, a parte de Deucalión y Pirra, que embarcaron en un arca por consejo de Prometeo, sólo sobrevivieron unos pocos que huyeron a las montañas más elevadas.
Hesíodo cuenta en Los trabajos y los días que la raza de bronce de los humanos nació de los fresnos, por lo que se puede interpretar que las melíades, relacionadas con estos árboles, fueron sus madres y las esposas de la raza anterior de hombres, los pertenecientes a la edad de plata.
La raza de hombres de bronce fue terrible y vigorosa; solo les interesaba la guerra, estaban llenos de soberbia y no comían pan. No conocían el hierro y todas sus posesiones estaban hechas de bronce, como sus armas, casas y herramientas. Entre ellos se encontraba el salvaje Licaón y sus hijos, el gigante Talos y los hombres a los que Prometeo entregó el fuego desafiando la voluntad de Zeus. Por el caracter impío y salvaje de esta raza, Zeus los eliminó de la tierra con una gran inundación de la que, a parte de Deucalión y Pirra, que embarcaron en un arca por consejo de Prometeo, sólo sobrevivieron unos pocos que huyeron a las montañas más elevadas.
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La infancia de Júpiter - Nicolas Poussin |
Fuentes
Apolonio de Rodas: Argonáuticas. Gredos, Madrid (1996).Hesíodo: Obras y fragmentos. Gredos, Madrid (1978).
Nono de Panópolis: Dionisíaca XIII-XXIV. Gredos, Madrid (2001).
Pseudo Apolodoro de Atenas: Biblioteca mitológica. Gredos, Madrid (1985).
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