Iso onna

La iso onna (japonés: 磯女; mujer de la costa), también conocida como isohime (japonés: 磯姫; princesa de la costa), es un yokai femenino que, tal y como indica su nombre, tiene su hábitat en las costas y playas rocosas de la región de Kyūshū. Es común verla en Ukujima, donde la describen como una hermosa mujer normal y corriente hasta la cintura, pero conforme bajamos la mirada, descubrimos que sus piernas se vuelven borrosas y difíciles de distinguir como las de un espectro. Debido a su aspecto, localización y forma de actuar, es muy parecida a otros yokai como la nure onna, por lo que a veces también se le atribuye cola serpentina. Además, cuando no quieren ser vistas, adoptan el aspecto de una roca.

En la ciudad de Amakusa se cuenta que la iso onna se cuela por la noche en los barcos que descansan en el puerto trepando por las amarras. De esta manera se acerca a los pescadores que están durmiendo y les chupa la sangre con las puntas de sus largos cabellos. Los que sufren este ataque acaban muriendo, por eso, en las playas de la peninsula de Shimabara, los marineros tienen la costumbre de colocarse sobre el kimono tres ebras de una estera de junco como método de protección cuando van a dormir en un puerto que no conocen.

También cuentan que la Isohime que aparece en la isla Nagashima se alimenta de la sangre de sus víctimas y es de una belleza tan terrible que todos los que la miran acaban muriendo aunque aparten la mirada rápidamente. Por esto, para evitar que suba a los barcos, los pescadores y marineros que se acercan a tierras desconocidas sólo echan el ancla y procuran no sujetar sus embarcaciones con amarres.

En otras historias, las iso onna encandilan a los hombres con sus encantos y, cuando los tienen cerca, los aturden con un estridente grito y les chupan la sangre con sus cabellos. También pueden seducirlos y engañarlos para que se despeñen por un acantilado, saciándose de su sangre una vez muertos junto a otros monstruos como los ushi-oni.

Parece que estos yokai se muestran más activos en la festividad de O-bon y en la víspera de Año Nuevo, cuando los límites entre el mundo de los vivos y el de los espíritus se vuelve más difuso. Para evitar cualquier encuentro funesto con las iso onna, la gente se recogía en sus casas y evitaba ir a pescar, pero, según un relato, un hombre ignoró la costumbre y decidió probar suerte la noche antes de Año Nuevo.

Para su sorpresa, consiguió atrapar muchos peces, pero conforme avanzaba la noche, su hoguera se iba haciendo más pequeña poco a poco hasta que se apagó por completo; fue entonces cuando un grito espeluznante salió de la oscuridad y una iso onna le dijo: «Todos están descansando en la víspera de Año Nuevo y tú has salido a pescar, ¿por qué no dejas que las criaturas marinas descansen también esta noche?». Entonces el hombre recibió un golpe en la cara y, aunque logró escapar, murió poco después.

Ilustración de Shigeru Mizuki

Fuentes

Meyer, Matthew: El desfile nocturno de los cien demonios. Quaterni, Madrid, 2019.
Misarin.net: Iso onna.
Mizuki, Shigeru: Enciclopedia Yokai Vol. 1. Satori, Gijón, 2017.

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