Dragones según Isidoro de Sevilla

Etimologías es la obra más conocida de San Isidoro de Sevilla, escrita poco antes de su muerte. ​Tal y como indica su nombre, San Isidoro se dedicó a compilar el origen y procedencia de las palabras dividiéndolas por temática. Uno de los volúmenes lo dedicó a los animales, donde habló de algunos seres fantásticos como los dragones.


Libro XII: Acerca de los animales

2. Sobre las bestias

[Los elefantes] viven en manadas; saludan con el movimiento que son capaces de realizar; tienen miedo de los ratones; realizan el coito vueltos de espalda; y cuando paren, colocan a sus crías en el agua o en alguna isla a causa de los dragones, sus enemigos naturales, pues los estrangulan enroscándolos con sus anillos.

4. Sobre las serpientes

El dragón es la mayor de todas las serpientes, e incluso de todos los animales que habitan en la tierra. Los griegos le dan el nombre de drákon, derivado del cual es el latino draco. Con frecuencia, saliendo de sus cavernas, se remonta por los aires y por su causa se producen ciclones. Está dotado de cresta, tiene la boca pequeña, y unos estrechos conductos por los que respira y saca la lengua. Pero su fuerza no radica en los dientes, sino en la cola, y produce más daño cuando la emplea a modo de látigo que cuando se sirve de su boca para morder. Es inofensivo en cuanto al veneno, puesto que no tiene necesidad de él para provocar la muerte: mata siempre asfixiando a su víctima. Ni siquiera el elefante, a pesar de su magnitud, está a salvo del dragón: éste se esconde al acecho cerca de los caminos por los que suelen transitar los elefantes, y se enrosca a sus patas hasta hacerlos perecer por asfixia. Se crían en Etiopía y en la India, viviendo en el calor en medio del incendio que provocan en las montañas.

Libro XVI: Acerca de las piedras y los metales

14. Gemas de color de fuego

La dracontites se extrae del cerebro del dragón. Ahora bien, la gema no llega a formarse a no ser que se le corte la cabeza cuando todavía está vivo; por eso los magos decapitan a los dragones cuando éstos están dormidos. Hay hombres audaces que exploran las guaridas de los dragones, en las que esparcen hierbas drogadas para provocar el sueño al dragón, y así, cuando está dormido, le cortan la cabeza y extraen de ella las gemas. Son de un brillo transparente. Sobre todo, los reyes de Oriente se ufanan de que disfrutan de ellas.

Libro XIX: Acerca de las naves, edificios y vestidos

17. Sobre los colores

El cinabrio (cinnabaris) recibe su nombre del dragón y del barrus, o elefante. Dicen que es la sangre de los dragones cuando combaten con los elefantes; ruedan las bestias y sucumben los dragones, y su sangre, al derramarse, impregna la tierra y produce esta tintura en la superficie que ha teñido. Es un polvo de color rojo.
Dragón luchando contra un elefante - Michael Maier