Trunko es el sobrenombre que recibe un animal o globster (cadáver no identificado) que según los informes fue avistado en Margate, Sudáfrica, el 25 de octubre de 1924, de acuerdo a un artículo titulado "El pez como un oso polar", publicado en el 27 de diciembre 1924, edición del Daily Mail de Londres. El animal fue supuestamente visto por primera vez frente a la costa luchando contra dos orcas, que combatieron esta inusual criatura durante tres horas. Utilizaba su cola para atacar a las orcas y los testigos afirmaban que saltó sobre el agua unos seis metros. Uno de los testigos, Hugh Ballance, describió al animal con un aspecto similar al de un "oso polar gigante" durante su pelea con las ballenas.
La criatura supuestamente varó en la playa de Margate, pero a pesar de pasar allí 10 días, ningún científico llegó a investigar el cadáver mientras estaba varado, por lo que no hay una descripción fiable de la criatura, hasta que en septiembre de 2010 se asumió que no se publicó ninguna fotografía de dicho animal. Algunos testigos anónimos describieron a este críptido con un pelaje blanco como la nieve, trompa de elefante, una cola similar a la de las langostas y su cadáver carecía de sangre.
Mientras estaba varado, el animal fue medido por bañistas y alcanzaba los catorce metros de largo, tres metros de ancho y metro y medio de altura. La trompa medía metro y medio de largo y treinta y seis centímetros de diámetro, la cola medía tres metros y su pelaje alcanzaba los veinte centímetros de largo. La trompa estaba conectada directamente con el torso del animal, ya que no se distinguía ninguna cabeza en el cadáver. Debido a esto, el animal fue apodado "Trunko" (trompas) por el criptozoólogo británico Karl Shuker en su libro de 1996, Lo inexplicable. El 27 de marzo de 1925, se editó en el Charleroi Mail (Charleroi, Pennsylvania) un artículo titulado "Ballenas asesinadas por monstruo peludo", donde se informaba que ballenas de la zona fueron asesinadas por una extraña criatura que acabó en la playa agotada e inconsciente, pero regresó al océano y nunca se volvió a ver.
Se ha intentado explicar este fenómeno de diferentes maneras, entre las que destaca la idea de que se trataba del cadáver de una gran ballena, un tiburón peregrino, o de un tiburón ballena, cuya descomposición hizo parecer que estaba cubierto de pelo mientras las orcas se daban un festín con su cuerpo. También se ha sugerido que Trunko pertenece a una nueva especie de ballenas, pinnípedos o sirenios.
El 06 de septiembre de 2010, Karl Shuker anunció que una fotografía hasta ahora desconocida de Trunko había sido descubierta por el criptozoólogo alemán Markus Hemmler en el sitio web de la Asociación Empresarial de Margate, y Shuker reconoció de esta foto que Trunko no era nada más que un globster, es decir, un enorme y duro saco de piel lleno de grasa y colágeno que a veces se queda atrás cuando una ballena muere y su cráneo y esqueleto se han separado de la piel y hundido en el fondo del mar.
Mientras estaba varado, el animal fue medido por bañistas y alcanzaba los catorce metros de largo, tres metros de ancho y metro y medio de altura. La trompa medía metro y medio de largo y treinta y seis centímetros de diámetro, la cola medía tres metros y su pelaje alcanzaba los veinte centímetros de largo. La trompa estaba conectada directamente con el torso del animal, ya que no se distinguía ninguna cabeza en el cadáver. Debido a esto, el animal fue apodado "Trunko" (trompas) por el criptozoólogo británico Karl Shuker en su libro de 1996, Lo inexplicable. El 27 de marzo de 1925, se editó en el Charleroi Mail (Charleroi, Pennsylvania) un artículo titulado "Ballenas asesinadas por monstruo peludo", donde se informaba que ballenas de la zona fueron asesinadas por una extraña criatura que acabó en la playa agotada e inconsciente, pero regresó al océano y nunca se volvió a ver.
Se ha intentado explicar este fenómeno de diferentes maneras, entre las que destaca la idea de que se trataba del cadáver de una gran ballena, un tiburón peregrino, o de un tiburón ballena, cuya descomposición hizo parecer que estaba cubierto de pelo mientras las orcas se daban un festín con su cuerpo. También se ha sugerido que Trunko pertenece a una nueva especie de ballenas, pinnípedos o sirenios.
El 06 de septiembre de 2010, Karl Shuker anunció que una fotografía hasta ahora desconocida de Trunko había sido descubierta por el criptozoólogo alemán Markus Hemmler en el sitio web de la Asociación Empresarial de Margate, y Shuker reconoció de esta foto que Trunko no era nada más que un globster, es decir, un enorme y duro saco de piel lleno de grasa y colágeno que a veces se queda atrás cuando una ballena muere y su cráneo y esqueleto se han separado de la piel y hundido en el fondo del mar.
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