Kidōmaru (japonés: 鬼童丸; chico oni) es un oni que aparece en el Kokon Chomonjū (japonés: 古今著聞集; Colección de cuentos notables antiguos y nuevos), obra del período Kamakura. Matthew Meyer recoge su leyenda en El desfile de los cien demonios.
Minamoto no Yorimitsu, también conocido como Raikō, y sus heroicos acompañantes acudieron a la morada del oni Shuten Doji para derrotarlo y liberar a las mujeres que tenía retenidas. Éstas les estuvieron muy agradecidas y regresaron a sus casas salvo una de ellas, que viajó hasta la aldea de Kumohara para dar a luz al hijo de Shuten Doji. El bebé fue llamado Kidōmaru y nació dotado de dientes y con la fuerza de un oni. Con la edad de siete u ocho años era capaz de derribar ciervos y jabalíes de una sola pedrada. Al igual que su padre, se convirtió en aprendiz del templo del monte Hiei, y del mismo modo que él, también fue expulsado por su comportamiento retorcido. Tras esto vagó por las montañas y se instaló en una cueva, donde entrenó sus poderes mágicos.
Varios años después, Raikō visitó a su hermano Minamoto no Yorinobu, el cual había atrapado a Kidōmaru en su baño ya que se dedicaba a robar a los viajeros y causar problemas. Yorimitsu reprendió a su hermano por ser tan descuidado y no haberlo amarrado bien con cuerdas y cadenas, así que le mostró a su hermano cómo hacerlo y ató bien al oni para que no pudiera escapar. Esa noche, Kidōmaru consiguió romper sus ataduras y, buscando venganza, se coló en la habitación de Raikō para espiarlo. Raikō, que notó la presencia del oni, decidió tenderle una trampa y le dijo en voz alta a sus sirvientes que a la mañana siguiente viajaría al monte Kurama. Al oír esto, Kidōmaru corrió hasta dicho monte para tenderle una emboscada al samurái. En el camino de las afueras de Ichiharano encontró una vaca, la mató y se escondió dentro de su cuerpo para sorprender a Raikō.
Cuando Minamoto no Yorimitsu y sus acompañantes llegaron a Ichiharano, descubrieron con facilidad el disfraz de Kidōmaru, así que Watanabe no Tsuna, el mejor arquero de la compañía de Raikō, lanzó una flecha contra el cuerpo de la vaca e hirió al oni, que salió furioso a enfrentarse a Raikō. Sin embargo, el samurái fue más rápido y lo mató con un solo golpe de su espada.
Minamoto no Yorimitsu, también conocido como Raikō, y sus heroicos acompañantes acudieron a la morada del oni Shuten Doji para derrotarlo y liberar a las mujeres que tenía retenidas. Éstas les estuvieron muy agradecidas y regresaron a sus casas salvo una de ellas, que viajó hasta la aldea de Kumohara para dar a luz al hijo de Shuten Doji. El bebé fue llamado Kidōmaru y nació dotado de dientes y con la fuerza de un oni. Con la edad de siete u ocho años era capaz de derribar ciervos y jabalíes de una sola pedrada. Al igual que su padre, se convirtió en aprendiz del templo del monte Hiei, y del mismo modo que él, también fue expulsado por su comportamiento retorcido. Tras esto vagó por las montañas y se instaló en una cueva, donde entrenó sus poderes mágicos.
Varios años después, Raikō visitó a su hermano Minamoto no Yorinobu, el cual había atrapado a Kidōmaru en su baño ya que se dedicaba a robar a los viajeros y causar problemas. Yorimitsu reprendió a su hermano por ser tan descuidado y no haberlo amarrado bien con cuerdas y cadenas, así que le mostró a su hermano cómo hacerlo y ató bien al oni para que no pudiera escapar. Esa noche, Kidōmaru consiguió romper sus ataduras y, buscando venganza, se coló en la habitación de Raikō para espiarlo. Raikō, que notó la presencia del oni, decidió tenderle una trampa y le dijo en voz alta a sus sirvientes que a la mañana siguiente viajaría al monte Kurama. Al oír esto, Kidōmaru corrió hasta dicho monte para tenderle una emboscada al samurái. En el camino de las afueras de Ichiharano encontró una vaca, la mató y se escondió dentro de su cuerpo para sorprender a Raikō.
Cuando Minamoto no Yorimitsu y sus acompañantes llegaron a Ichiharano, descubrieron con facilidad el disfraz de Kidōmaru, así que Watanabe no Tsuna, el mejor arquero de la compañía de Raikō, lanzó una flecha contra el cuerpo de la vaca e hirió al oni, que salió furioso a enfrentarse a Raikō. Sin embargo, el samurái fue más rápido y lo mató con un solo golpe de su espada.
Kidōmaru esperando a Minamoto no Yorimitsu - Utagawa Kuniyoshi |
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