Yamata no Orochi

Yamata-no-Orochi (japonés: 八岐大蛇; serpiente partida en ocho) fue una serpiente gigantesca de ocho cabezas y ocho colas de la mitología japonesa. Su cuerpo era tan enorme que ocupaba ocho valles y ocho montañas, su lomo estaba cubierto de musgo, cipreses y pinos y su hinchado vientre rezumaba sangre. Su leyenda se remonta a casi los inicios del mundo, cuando Susanoo, el violento dios de la tormenta, ofendió de tal manera a su hermana Amaterasu, la diosa del sol, que ésta se recluyó en una cueva, dejando a la tierra en total oscuridad. Cuando el resto de deidades consiguieron hacerla salir, declararon que Susanoo debía abandonar los Cielos y lo expulsaron al mundo humano.

Susanoo descendió a un lugar llamado Torikami, en el curso superior del río Hi (provincia de Izumo). Al observar el río, vio que en él flotaban unos palillos para comer, por lo que dedujo que río arriba debía vivir alguien. Entonces se encontró con una pareja de ancianos que lloraba amargamente junto a una joven. El hombre era Ashina-zuchi, un dios terrenal hijo de Ōyamatsumi; su mujer era Tena-zuchi y la joven era la última de sus hijas, Kushinada-hime. Los ancianos lloraban porque antes tenían ocho hijas, pero Yamata-no-orochi, la gran serpiente de ocho cabezas de Koshi, acudía cada año para devorarlas una por una y esa era la víspera en la que regresaría para llevarse a la última que les quedaba. Susanoo se presentó ante ellos como la deidad que era y les prometió acabar con la serpiente si a cambio le daban a su hija como esposa. Éstos aceptaron y Susanoo la convirtió en una peineta con la que recogió sus cabellos para mantenerla a salvo. Después, le indicó a la pareja que construyesen una valla con ocho puertas, tras las que colocarían ocho plataformas con un barril lleno de sake fermentado ocho veces.

Cuando terminaron los preparativos y apareció la serpiente, ésta metió sus cabezas en los barriles y se bebió todo el aguardiente hasta caer dormida totalmente ebria. Fue entonces cuando Susanoo aprovechó la ocasión y despedazó a Yamata-no-Orochi con su espada. Al intentar cortarle el tronco, su espada se quebró, por lo que apartó extrañado las entrañas del monstruo con la punta del arma hasta que descubrió que en su interior se hallaba una expléndida katana llamada Kusanagi. Finalmente, Susanoo le entregó esta espada a su hermana Amaterasu como muestra de respeto.

Yamata no Orochi emborrachándose con sake - dibujo de Eitaku-sensei para Japanese fairy tales nº9

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