Hahakigami

En Japón las escobas eran utilizadas antiguamente más como un utensilio ritualistico que como una mera herramienta para limpiar la casa. Con ellas se "barría" todo aquello que se quisiera expulsar, por lo que servían como elemento principal en ritos de purificación para alejar malos espíritus, sacar de la casa a huéspedes indeseados o incluso para facilitar partos.

No es difícil de imaginar que un objeto que se ha visto envuelto en tantas energías, con el paso de muchos años, acabe cobrando vida y se convierta en un tsukumogami: el hahakigami (japonés: 箒神; dios escoba), yokai que ilustró Toriyama Sekien en su Gazu Hyakki tsurezure-bukuro (japonés: 百器徒然袋; Bolsa de los cien utensilios aparecidos al azar) como una escoba a la que le han brotado alas y otro par de escobas a modo de brazos con los que barre desesperadamente las hojas de un jardín. Según Shigeru Mizuki, se trataba de la escoba de un hombre muy perezoso que sólo barría su jardín una vez al año, por lo que, desesperada por la inacción de su dueño, acabó cobrando vida para hacerlo ella misma.

Ilustración de Shigeru Mizuki

No hay comentarios:

Publicar un comentario