El Herensuge es un genio diabólico de la mitología vasca que aparece en forma de una gran serpiente ("suge", serpiente en euskera) o dragón, y en algunos relatos es representado con siete cabezas. Los lugares donde habita más renombrados son la caverna de Ertzagania (sierra de Ahuski), la supuesta sima de Aralar (Santuario de San Miguel), Murugain en Mondragón, Peña de Orduña, etc.
Los nombres más conocidos de este genio en el pueblo vasco son: Erensuge (en Sara y en Zugarramurdi), Herensuge y Lerensuge (en Ezpeleta, Ainhoa y Tardets), Errensuge (Camou), Hensuge (Liguinaga), Herainsuge (en Ezpeleta), Edensuge (en Sara), Edeinsuge (Doneztebiri), Edaansuge (Uhart-Mixe), Egansuge (Errenteria), Iguensuge (Zaldibia), Iraunsuge (Ataun), Ersuge (Otxandio, según el Diccionario de Azkue), Sierpe (Zubiri y Lekeitio), Dragoi (Mondragón), etc.
Los nombres más conocidos de este genio en el pueblo vasco son: Erensuge (en Sara y en Zugarramurdi), Herensuge y Lerensuge (en Ezpeleta, Ainhoa y Tardets), Errensuge (Camou), Hensuge (Liguinaga), Herainsuge (en Ezpeleta), Edensuge (en Sara), Edeinsuge (Doneztebiri), Edaansuge (Uhart-Mixe), Egansuge (Errenteria), Iguensuge (Zaldibia), Iraunsuge (Ataun), Ersuge (Otxandio, según el Diccionario de Azkue), Sierpe (Zubiri y Lekeitio), Dragoi (Mondragón), etc.
Cuando vivía en la sierra de Ahuski, atraía con su hálito a los ganados que pacían en las cercanías. Cuando vivía en Aralar, en Muragain y en la Peña de Orduña se alimentaba de carne humana, llegando a recibir sacrificios para apaciguar su hambre.
Según refieren en Ezpeleta, cuando le crece la séptima cabeza arde en llamas y vuela raudo hacia la región de Itxasgorrieta, "región de los mares bermejos" del Poniente, donde se zambulle. Produce un ruido espantoso cuando cruza los aires.
Hay varias historias diferentes sobre su muerte, cada una de ellas a manos de un héroe distinto. En Alzay cuentan que un hijo del castillo de Zaro (hoy destruido) lo engañó ofreciéndole una piel de toro llena de pólvora y fósforo. Cuando la serpiente se tragó dicha piel comenzó a arder y, envuelta en llamas, voló al mar, segando con su cola las puntas de las hayas del bosque de Itze "Arbailles" al atravesarlo. En Mondragón fue un herrero quien lo mató con una barra de hierro que previamente puso al rojo vivo en su fragua. Según la leyenda de Orduña, fue un ángel quien le segó la cabeza. La leyenda de Teodosio de Goñi es más explícita al explicar con pormenores cómo San Miguel puso fin a la serpiente de Aralar.
gustatu egin zait herensugeren bizitza
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