Lilit

Lilit, o Lilith, (Hebreo: לילית; criaturas de la noche, monstruos nocturnos, bruja de la noche o canto de búho) es una figura legendaria del folclore judío que apareció originalmente en el Talmud babilónico. Se cree que deriva de la primera clase de demonios femeninos (līlīṯu) de la religión mesopotámica, cuyos escasos registros históricos se pueden encontrar en textos cuneiformes sumerios, acadios, asirios y babilónicos.

El término hebreo lilit aparece en la Biblia por primera y única vez en Isaías 34:14 para describir la desolación de Edom, aquí aparece para denominar a varios animales nocturnos sin identificar, posiblemente con asociaciones demoníacas. En los Rollos del Mar Muerto el término aparece en plural (liliyyot) en una lista de monstruos, y desde el siglo VI se comienza a identificar a Lilit con un demonio femenino.

A partir del Alphabetum Siracidis, Lilit pasó a ser considerada la primera esposa de Adán en el folclore judío, creada al mismo tiempo que él y con la misma arcilla, a diferencia de Eva, que fue creada a partir de la costilla de Adán. Esta leyenda tuvo un gran desarrollo durante la Edad Media en el Zohar y el misticismo judío. En los escritos del rabino Isaac ben Jacob ha-Cohen, Lilit abandonó a Adán después de negarse a ser su sirviente, perdiendo su derecho de volver al Jardín del Edén después de copular con el arcángel Samael:
«Poco después el joven hijo del rey enfermó. Dijo Nabucodonosor: "Sana a mi hijo o yo mismo te daré muerte". Ben Sira se sentó inmediatamente y grabó un amuleto con el Santo Nombre, e inscribió en él los nombres, formas e imágenes, con sus alas, manos y pies, de los ángeles encargados de la medicina. Nabucodonosor miró el amuleto: "¿Quiénes son estos?", a lo que Ben Sira respondió: "Los ángeles doctos en medicina: Snvi, Snsnvi y Smnglof (סנוי סנסנוי וסמנגלוף; Senoy, Sansenoy y Semangelof). Mientras Dios creaba a Adán dijo: 'No es bueno para el hombre estar solo' (Génesis 2:18), por lo que creó también a una mujer, de la tierra, del mismo modo que creó a Adán, y la llamó Lilit". Adan y Lilit comenzaron a pelear inmediatamente. Ella se negaba a yacer bajo él durante el coito, a lo que él replicó: "Yo no yaceré abajo, solamente lo haré sobre ti. Yo soy superior y por ello te corresponde colocarte debajo". Lilit respondió: "Somos iguales entre nosotros, pues de la misma tierra fuimos creados", pero ninguno escuchaba al otro. Cuando Lilit se hartó de la situación pronunció el Nombre Inefable y se fue volando por los aires. Adán oró a su Creador y le dijo: "Soberano del universo, la mujer que me diste ha huido". Al momento, el Santo, bendito sea, envió tres ángeles para traerla de vuelta.
El Santísimo le dijo a Adán: "Si ella acepta volver, será bueno, pero si no, deberá permitir que cien de sus hijos mueran cada día". Los ángeles dejaron a Dios y persiguieron a Lilit, que se encontraba en mitad del mar en el que los egipcios estaban destinados a ahogarse. Le comunicaron la palabra de Dios, pero aún así se negó a volver. Los ángeles le amenazaron con ahogarla en el mar, a lo que ella respondió: "¡Dejadme! Fui creada con el único propósito de enfermar a los recién nacidos. Si el infante es varón, tendré control sobre él durante ocho días después de su alumbramiento, si es niña, durante veinte". Cuando los ángeles escucharon sus palabras, insistieron en que regresara, pero ella juró en el nombre del vivo y eterno Dios: "Cada vez que os vea o que vea vuestros nombres o formas en un amuleto perderé mi poder sobre el niño", y aceptó que cien de sus hijos murieran cada día. Por esto, cada día perecen cien demonios, y por la misma razón escribimos los nombres de los ángeles en los amuletos de los recién nacidos. Cuando Lilit ve sus nombres, recuerda su juramento y el niño se recupera».
A partir de esta leyenda, Lilit pasó a ser un súcubo dominante, convirtiéndose en reina de los demonios al casarse con Asmodeo, rey del Infierno. Lilit y Asmodeo procrean desde ese momento y engendran sin cesar una prole de demonios, encargados de sembrar el caos en todo momento. Convertían el vino en vinagre, hacían a los hombres impotentes y a las mujeres estériles, y Lilit era la encargada de llevarse la vida de los recién nacidos. Lilit desempeña dos roles, como encarnación de la lujuria, pervirtiendo a los hombres, y como una bruja infanticida, que estrangula a los neonatos indefensos.

En algunas leyendas cabalísticas de la Edad Media se estableció que Lilit fue la primera de las cuatro mujeres de Samael: Lilit, Naamá, Eishbet y Agrat bat Mahlat. Estas cuatro son las madres de los demonios y tienen sus propios ejércitos de espíritus menores. El matrimonio del arcángel Samael y Lilit fue organizado por el «Dragón Ciego», la contraparte del «dragón que está en el mar», y actúa como intermediario entre Lilit y Samael:
«El Dragón Ciego dirige a Lilit la Pecadora. Y este Dragón Ciego orquesta la unión entre Samael y Lilit. Y así como el dragón que está en el mar (Isa. 27: 1) no tiene ojos, el Dragón Ciego que está por encima, en semejanza a una forma espiritual, no tiene ojos, lo que quiere decir, que no tiene colores... (Patai81:458) Samael es llamado la Serpiente Inclinada, y Lilit es llamada la Tortuosa Serpiente».
Para evitar que los lilin, la descendencia demoníaca de Lilit y Samael, devastaran el mundo, Dios castró a Samael. En muchos libros cabalísticos del siglo XVII se asociaron estas dos figuras con los dos Leviatanes, macho y hembra, que creó Dios, y que mató a uno de ellos para que no se reprodujeran. Después de que Samael fuera castrado y Lilit no pudiera fornicar con él, lo abandonó para reproducirse con los hombres que experimentaban poluciones nocturnas. Un texto cabalístico datado entre los siglos XV y XVI dice que Dios «enfrió» al Leviatán hembra, queriendo decir que hizo estéril a Lilit y que ahora actúa como una mera fornicadora.

Lilit - John Collier

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