El hihi (japonés: 狒々; ひひ) es una criatura del folclore japonés, tiene el aspecto de un gran simio salvaje y vive en las profundidades de las montañas. Tiene el pelo largo y negro y una boca ancha con grandes labios. Las antiguas leyendas dicen que cualquier mono que alcance cierta longevidad se transformará en un hihi. Su origen proviene de la antigua China, donde se creía que era un mono sobrenatural, y llegó a Japón a través de folcloristas. Actualmente en Japón se emplea el término hihi para referirse a los babuinos.
El hihi puede correr muy rápido y se alimenta principalmente de animales salvajes, como jabalíes, abalanzándose sobre ellos como un ave de presa y apaleándolos. Esta criatura recibe su nombre del sonido que produce al reírse. Cuando ve a un humano no puede evitar reírse a carcajadas, soltando un fuerte «¡Hihihihi!». Al reír, sus grandes labios se retraen y cubren totalmente sus ojos.
Aunque suelan alimentarse de animales silvestres también cazan humanos si tienen la oportunidad. Son conocidos por secuestrar humanos, sobretodo mujeres. Si un hihi atrapa a un humano sólo hay una manera de escapar: haciéndole reír. Cuando se ría se cegará con sus propios labios, lo que daría una oportunidad a la víctima de golpearle en la frente con algún objeto contundente y escapar.
A veces los hihi son confundidos con otros yokai de aspecto simiesco que habitan en las montañas, como los yamawaro o los satori. A diferencia de estos, los hihi son mucho más grandes, violentos y peligrosos. Algunas historias dicen que, al igual que los satori, tienen la habilidad de hablar con los humanos y leer el corazón y los pensamientos de los hombres. Los hihi son muy valorados por su sangre, la cual es de un vivo y brillante color rojo. Si se utiliza como tinte, el vivo color rojo nunca se desvanecerá. Si un hombre bebe esta sangre obtendrá la habilidad de ver espíritus y demonios.
Matthew Meyer |
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