Adramelec, también conocido como Adrammelech, Adramelek o Adar-malik, (hebreo: אַדְרַמֶּלֶךְ, El glorioso es el rey) era una especie de dios solar relacionado con Moloch. El centro de su culto era la ciudad de Sippar (Sefarvaim) y, según la Biblia (2 Reyes 17:31), sacrificaban niños en su honor.
Como otros muchos dioses paganos, Adramelec se convirtió en un demonio en la tradición judeo-cristiana, y así lo recoge Collin de Plancy en su Diccionario Infernal: «Gran canciller del infierno, encargado del guardarropa de los demonios soberanos (Satán) y presidente del Consejo Superior de los demonios. Era adorado en Sépharavaim, ciudad de los asirios, que quemaban niños en sus altares. Los rabinos dicen que se mostraba con el rostro de una mula, y en ocasiones con la de un pavo real».
Adramelec también aparece en la obra de John Milton, El paraíso perdido, donde es descrito como un antiguo Trono que se rebeló y fue derrotado por los arcángeles Uriel y Rafael: «Otro tanto acaecía en los dos extremos de la batalla, donde Uriel y Rafael triunfaban de sus orgullosos enemigos, Adramalec y Asmodeo a pesar de sus gigantescas fuerzas y sus diamantinas armaduras, viéndose ambos tronos castigados cuando más prepotentes se creían, y caídos de su altivez, sin que sus armas y defensas los preservaran de huir cubiertos de horribles heridas».
Ilustración de Adramalec en el Diccionario Infernal - Collin de Plancy |
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