La tsurara-onna (japonés: つらら女; mujer carámbano), también conocida como tsurara nyōbō (japonés: 氷柱女房; esposa carámbano), es un yokai del folklore japonés que, tal y como indica su nombre, se trata de una estalactita de hielo que se transformó en una hermosa mujer de piel pálida. Debido a su naturaleza de hielo, se le podría comparar con la yuki-onna.
Shigeru Mizuki recogió en el segundo tomo de su Enciclopedia Yokai la historia que se cuenta sobre este espectro en la prefectura de Akita. Al parecer, en una noche de ventisca, se presentó una mujer con la piel tan blanca como la nieve en la casa del matrimonio Chōsuke pidiendo cobijo pues, al volver de casa de su hermana recién casada, le pilló la nevada por sorpresa. El matrimonio le ofreció alojamiento gustosamente, pero la nevada no cesaba. Mientras se alargaba su estancia en la casa, el matrimonio le ofreció un buen baño caliente, pero la mujer rechazaba una y otra vez sus invitaciones. Al final, ante tanta insistencia, aceptó y entró en el baño con una expresión de gran tristeza. Como pasaba el tiempo y la chica no salía ni hacía ningún ruido, el matrimonio comenzó a preocuparse y entraron en el baño a ver si le había ocurrido algo. Al entrar, el cuarto estaba muy frío y no había ni rastro de la chica, sólo el peine que llevaba ceñido en el pelo flotando en el agua y una estalactita colgando del techo. Fue así como el matrimonio se dio cuenta de que la mujer era una tsurara-onna y se había disuelto por el calor del baño.
En el Desfile nocturno de los cien demonios de Matthew Meyer se menciona que las tsurara-onna nacen en invierno cuando un hombre solitario se queda contemplando un hermoso carámbano de hielo deseando que ojalá existiera una mujer tan hermosa como dicho objeto. En algunas historias contraen matrimonio con un humano. En la prefecturas de Aomori se cuentan relatos similares al anterior recogido en Akita: una pareja contrae matrimonio y el esposo le insiste a su mujer para que tome un baño caliente. Ante su insistencia, la mujer entra en el baño y lo único que encuentra el marido al pasar un tiempo es escarcha flotando en el agua. En la prefectura de Yamagata vuelve a variar ligeramente la historia y la tsurara-onna se disuelve con el calor de la cocina cuando va a buscar sake para la ceremonia del matrimonio.
En otras regiones, como en la provincia de Echigo, el matrimonio es feliz durante el invierno, pero debido a la naturaleza de la tsurara-onna, desaparece con las nieves y el hielo cuando llega la primavera. El marido se queda desolado pensando que su mujer le ha abandonado y, pasado un tiempo, vuelve a casarse. Una vez llega de nuevo el invierno, la tsurara-onna reaparece y se venga al ver traicionado su amor, matando a su antiguo amante atravesándolo con un carámbano, algo similar a lo que se cuenta de las ondinas.
Shigeru Mizuki recogió en el segundo tomo de su Enciclopedia Yokai la historia que se cuenta sobre este espectro en la prefectura de Akita. Al parecer, en una noche de ventisca, se presentó una mujer con la piel tan blanca como la nieve en la casa del matrimonio Chōsuke pidiendo cobijo pues, al volver de casa de su hermana recién casada, le pilló la nevada por sorpresa. El matrimonio le ofreció alojamiento gustosamente, pero la nevada no cesaba. Mientras se alargaba su estancia en la casa, el matrimonio le ofreció un buen baño caliente, pero la mujer rechazaba una y otra vez sus invitaciones. Al final, ante tanta insistencia, aceptó y entró en el baño con una expresión de gran tristeza. Como pasaba el tiempo y la chica no salía ni hacía ningún ruido, el matrimonio comenzó a preocuparse y entraron en el baño a ver si le había ocurrido algo. Al entrar, el cuarto estaba muy frío y no había ni rastro de la chica, sólo el peine que llevaba ceñido en el pelo flotando en el agua y una estalactita colgando del techo. Fue así como el matrimonio se dio cuenta de que la mujer era una tsurara-onna y se había disuelto por el calor del baño.
En el Desfile nocturno de los cien demonios de Matthew Meyer se menciona que las tsurara-onna nacen en invierno cuando un hombre solitario se queda contemplando un hermoso carámbano de hielo deseando que ojalá existiera una mujer tan hermosa como dicho objeto. En algunas historias contraen matrimonio con un humano. En la prefecturas de Aomori se cuentan relatos similares al anterior recogido en Akita: una pareja contrae matrimonio y el esposo le insiste a su mujer para que tome un baño caliente. Ante su insistencia, la mujer entra en el baño y lo único que encuentra el marido al pasar un tiempo es escarcha flotando en el agua. En la prefectura de Yamagata vuelve a variar ligeramente la historia y la tsurara-onna se disuelve con el calor de la cocina cuando va a buscar sake para la ceremonia del matrimonio.
En otras regiones, como en la provincia de Echigo, el matrimonio es feliz durante el invierno, pero debido a la naturaleza de la tsurara-onna, desaparece con las nieves y el hielo cuando llega la primavera. El marido se queda desolado pensando que su mujer le ha abandonado y, pasado un tiempo, vuelve a casarse. Una vez llega de nuevo el invierno, la tsurara-onna reaparece y se venga al ver traicionado su amor, matando a su antiguo amante atravesándolo con un carámbano, algo similar a lo que se cuenta de las ondinas.
Ilustración de Shigeru Mizuki |
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