Fugurama yōhi (japones: 文車妖妃; reina sobrenatural del fugurama) es un yōkai del folklore japonés posiblemente inventado por Toriyama Sekien para su Gazu Hyakki Tsurezure Bukuro. Se trataría de un tsukumogami, un espíritu nacido de un objeto lleno de energía que Sekien plasmó como una bruja u ogresa vestida con ropas raídas junto a una fugurama, nombre japonés del carro que se utilizaba en palacio para transportar libros, cartas y documentos; y rodeada de otros tsukumogami. En este caso, la fugurama yōhi habría nacido de las emociones depositadas en un montón de cartas de amor destinadas a un monje que nunca las leyó.
Shigeru Mizuki narra en su Enciclopedia yokai la historia De cómo se convirtió en demonio la pasión contenida en una carta de amor, incluida en la recopilación titulada Shokoku Hyaku Monogatari (Cien historias de varias tierras). Esta historia está protagonizada por un monje zen llamado Ikkyu. Este monje se alojó una noche en el templo budista de Hojiro en Iga. Dicho templo sólo estaba habitabo por un aprendiz adolescente y, además, se corría el rumor de que en aquel lugar se aparecía un demonio que devoraba a la gente. En mitad de la noche apareció ese demonio, pero Ikkyu estaba tan concentrado en sus meditaciones que la criatura no advirtió su presencia. Al amanecer se dirigió a la habitación del adolescente y se desvaneció junto a su lecho. Por la mañana, Ikkyu examinó la habitación del joven aprendiz y descubrió bajo su futón una gran cantidad de cartas de amor dirigidas a él. Al preguntarle, el chico dijo que las había metido allí sin leerlas siquiera, por lo que llegó a la conclusión de que la pasión contenida en esas cartas se había materializado en un espíritu demoníaco que se metía en el cuerpo del muchacho para adoptar forma física.
Shigeru Mizuki narra en su Enciclopedia yokai la historia De cómo se convirtió en demonio la pasión contenida en una carta de amor, incluida en la recopilación titulada Shokoku Hyaku Monogatari (Cien historias de varias tierras). Esta historia está protagonizada por un monje zen llamado Ikkyu. Este monje se alojó una noche en el templo budista de Hojiro en Iga. Dicho templo sólo estaba habitabo por un aprendiz adolescente y, además, se corría el rumor de que en aquel lugar se aparecía un demonio que devoraba a la gente. En mitad de la noche apareció ese demonio, pero Ikkyu estaba tan concentrado en sus meditaciones que la criatura no advirtió su presencia. Al amanecer se dirigió a la habitación del adolescente y se desvaneció junto a su lecho. Por la mañana, Ikkyu examinó la habitación del joven aprendiz y descubrió bajo su futón una gran cantidad de cartas de amor dirigidas a él. Al preguntarle, el chico dijo que las había metido allí sin leerlas siquiera, por lo que llegó a la conclusión de que la pasión contenida en esas cartas se había materializado en un espíritu demoníaco que se metía en el cuerpo del muchacho para adoptar forma física.
Ilustración de Toriyama Sekien de la Fuguruma yōhi |
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