Pecu

El Pecu, como también se conoce al cuco en Cantabria, era el malvado y deforme hijo que tuvo un molinero ladrón como castigo por sus pecados. Este niño, a parte de cometer fechorías y molestar a todos sus compañeros de clase, era tan torpe y estúpido que tan sólo aprendió a leer las letras «p» y «q», pero no dejaba de confundirlas; por esto sus compañeros lo llamaban «Pecu». Un día, en uno de sus arrebatos, mató a uno de sus compañeros, embistió al profesor, destrozó la clase y rompió la cruz que había en la pared, por lo que Dios lo castigó convirtiéndolo en un pájaro que sólo dice: «¡Pe-cu, pe-cu!».

A este ave se le atribuyen capacidades proféticas, por lo que las mozas solteras le preguntan con una cancioncita: «Pecu, Pecu, Pecu, colita de escoba. ¿Cuántos años faltan para la mi boda?». Entonces el Pecu comienza a cantar y las veces que repita «pe-cu» serán los años que faltan para que la moza se case. Algunas veces canta tanto y tanto que entristece a la muchacha que pregunta, ya que le da a entender que tardará mucho en encontrar el amor o que siempre estará soltera, pero algunos se le acercan para consolarla recordándole que el Pecu era estúpido y que no sabía contar. Del mismo modo, también se le suele preguntar para saber cuántos años de vida le quedan a una persona: «Cuco del rey, flor de la oliva, ¿cuántos años me das para mi vida?».

Dibujo de Gustavo Cotera

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