La Azuki-babā (japonés: 小豆婆; vieja de las judías azuki), también conocida como azukitogi-baba (japonés: vieja lavandera de judías azuki), es una versión femenina y malévola del yokai conocido como Azuki-arai. Este espíritu suele aparecer al atardecer de los días nublosos como una vieja que se dedica a lavar judías a las orillas de un río, pero esta no es su única actividad, ya que parece mostrar actitudes antropófogas. Según Shigeru Mizuki, en los alrededores del castillo de Takasaki, en la prefectura de Gunma, la Azuki-baba se aparecía junto a un riachuelo cercano al lugar canturreando para sí misma con voz ronca: «¿Nos ponemos a lavar judías o vamos a atrapar algún humano y a comérnoslo? Shoki-shoki». Al pasar cerca de este yokai, te ves envuelto en una neblina de la que sale un deslumbrante resplandor y te lleva con ella, pero por suerte, si te aprietas fuertemente el pulgar y te relajas, la luz desaparece.
En la prefectura de Yamanashi se le llama akuzisogi-baba (japonés: vieja peladora de judías azuki) y se dice que habita en los árboles cercanos a los santuarios sintoístas. Al caer la noche, se puede oír el carácterístico sonido que hace al lavar judías («shoki shoki») mientras le dice a los viajeros: «Prueben ustedes mis judías». Si alguno se asusta por su áspera voz, lo mete en un gran cesto y lo sube hasto lo alto de un árbol.
En la prefectura de Yamanashi se le llama akuzisogi-baba (japonés: vieja peladora de judías azuki) y se dice que habita en los árboles cercanos a los santuarios sintoístas. Al caer la noche, se puede oír el carácterístico sonido que hace al lavar judías («shoki shoki») mientras le dice a los viajeros: «Prueben ustedes mis judías». Si alguno se asusta por su áspera voz, lo mete en un gran cesto y lo sube hasto lo alto de un árbol.
Ilustración de Shigeru Mizuki |
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