El azuki-arai (japonés: 小豆洗い; lavador de judías azuki), también llamado azuki-togi (japonés: aplastador de judías azuki), azuki sara-sara (japonés: pulidor de judías azuki) o azuki-nague (japonés: lanzador de judías azuki) es uno de los yokai más extendidos por el territorio nipón. Siempre se manifiesta a la orilla de ríos y riachuelos o debajo de algún puente lavando judías azuki con su cedazo, las cuales, al sacudirse, hacen el ruido «shoki-shoki».
Mientras remueve las judías, canturrea para sí mismo: «¿Vamos a lavar judías o vamos a atrapar un humano para comérnoslo? (shoki-shoki)». Pese a este siniestro canto, no ataca a los humanos y los encuentros con este ser son únicamente acústicos. Matthew Meyer explica en su Desfile nocturno de los cien demonios que los que escuchan su canción resbalan y se caen al río, pero el ruido del chapoteo espantaba a estos yokai. Según la Enciclopedia Yokai de Shigeru Mizuki, el ruido que hacían sus judías al sacudirse podía oírse hasta en un kilómetro a la redonda sin que uno pudiera sacárselo de los oídos, por lo que los habitantes de la ciudad de Kofu pensaban que se trataba de la obra de un mujina. En algunas regiones creen que los sapos viejos se convierten en azuki-arai y que sólo aparece en la última noche del año. Al parecer, existen otros dos yokai emparentados con este ser: la azuki-baba, una versión femenina y más violenta, y el azuki-hakari, que ronda por los tejados de las casas sin dejarse ver.
Mientras remueve las judías, canturrea para sí mismo: «¿Vamos a lavar judías o vamos a atrapar un humano para comérnoslo? (shoki-shoki)». Pese a este siniestro canto, no ataca a los humanos y los encuentros con este ser son únicamente acústicos. Matthew Meyer explica en su Desfile nocturno de los cien demonios que los que escuchan su canción resbalan y se caen al río, pero el ruido del chapoteo espantaba a estos yokai. Según la Enciclopedia Yokai de Shigeru Mizuki, el ruido que hacían sus judías al sacudirse podía oírse hasta en un kilómetro a la redonda sin que uno pudiera sacárselo de los oídos, por lo que los habitantes de la ciudad de Kofu pensaban que se trataba de la obra de un mujina. En algunas regiones creen que los sapos viejos se convierten en azuki-arai y que sólo aparece en la última noche del año. Al parecer, existen otros dos yokai emparentados con este ser: la azuki-baba, una versión femenina y más violenta, y el azuki-hakari, que ronda por los tejados de las casas sin dejarse ver.
Azuki-arai - Ehon Hyaku Monogatari |
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