El each-uisge (gaélico escocés: [ɛxˈɯʃkʲə], caballo de agua), también conocido como each-uisce (anglizado como aughisky) o Ech-Ushkya en Irlanda, es un espíritu acuático del folclore escocés similar al kelpie.
El each-uisge, al igual que el kelpie, es un espíritu acuático que puede aparecer bajo el aspecto de un caballo o con forma humana, pero mientras que los kelpie moran en ríos y corrientes de agua dulce en movimiento, los each-uisge se mantienen cerca del mar y de lochs de agua dulce y marina. A parte de estas formas también podían transformarse en pony o en un enorme pájaro, similar a otro espíritu conocido como boobrie. Cualquiera que lo montase cuando aparecía como un caballo estaba a salvo siempre y cuando estuviera adentrado en tierra, lejos de la costa. Sin embargo, el más leve aroma a agua indicaba la muerte del jinete, pues la piel del each-uisge se volvería pegajosa y adhesiva, evitando que éste pudiera bajarse de él, y se precipitaría salvajemente a las profundidades del agua con su víctima. Una vez que muere ahogado el incauto jinete, el each-uisge lo despedaza y lo devora por completo, salvo el hígado, que emerge a la superficie como muestra del horrible suceso.
El each-uisge, al igual que el kelpie, es un espíritu acuático que puede aparecer bajo el aspecto de un caballo o con forma humana, pero mientras que los kelpie moran en ríos y corrientes de agua dulce en movimiento, los each-uisge se mantienen cerca del mar y de lochs de agua dulce y marina. A parte de estas formas también podían transformarse en pony o en un enorme pájaro, similar a otro espíritu conocido como boobrie. Cualquiera que lo montase cuando aparecía como un caballo estaba a salvo siempre y cuando estuviera adentrado en tierra, lejos de la costa. Sin embargo, el más leve aroma a agua indicaba la muerte del jinete, pues la piel del each-uisge se volvería pegajosa y adhesiva, evitando que éste pudiera bajarse de él, y se precipitaría salvajemente a las profundidades del agua con su víctima. Una vez que muere ahogado el incauto jinete, el each-uisge lo despedaza y lo devora por completo, salvo el hígado, que emerge a la superficie como muestra del horrible suceso.
Por lo general se les describe como bellos caballos parados a la orilla del agua esperando a que alguien los monte. Estos caballos siempre son magníficos, elegantes y de aspecto salvaje, y sus relinchos pueden despertar a la gente de alrededor de las montañas. A parte de esto, a estas criaturas también se les dota de otras características horribles, como un ganchudo pico de 40cm de largo, enormes garras o huellas más grandes que las de un elefante. En la isla de Arran se avistó un each-uisge de color gris claro, con pico de loro y un cuerpo más grande que el de un elefante.
Cuando adoptan forma humana se aparecen como hombres encantadores y apuestos, aunque siempre hay algún detalle que los delata, como que tengan cascos de caballo, algas y arena en el pelo o cierta tendencia a quejarse de dolor. Por esto, las gentes de las Tierras Altas se muestran desconfiadas con los extraños y los animales solitarios que rondan cerca del agua, donde habitan los each-uisge. Bajo este aspecto intentan seducir a jóvenes para devorarlas, pero en algunas historias son descubiertos por los padres o hermanos de la chica y son asesinados antes de que puedan hacerle algún mal. Independientemente de la forma que tuvieran, cuando un each-uisge muere, su cuerpo se transforma en un fango gelatinoso.
Los each-uisge no sólo se alimentaban de humanos, también eran atraídos por el ganado y las ovejas, y se les podía hacer salir del agua con el olor de la carne asada. Una historia de McKay titulada Más cuentos de las Tierras Altas del este relata lo siguiente:
Cada loch en Escocia tiene su propio each-uisge. El de Loch Treig era el más fiero de todos. Loch Eigheach significa «Loch del caballo», y es el hogar de un temido each-uisge que estaba dotado con un encanto mortal y un sedoso pelo gris. Cada vez que arrastraba a una víctima al agua, lanzaba un grito de triunfo.
Los encuentros con los each-uisge son muy similares a los de los kelpies. Una historia cuenta como siete niñas y un niño se encontraron a uno de estos espíritus un domingo por la tarde cerca de Aberfeldy. La criatura se les apareció bajo la forma de un pony que no dejaba de pastar hasta que la primera chica se subió a su grupa. Una por una, las otras chicas siguieron a su amiga y se subieron al pony, pero el chico notó que la espalda del animal se hacía cada vez más larga para poder abarcar a las chiquillas. Al final, el pony trató hacerse también con el chico gritándole: «¡Súbete a mi espalda!», pero el chico huyó y se resguardó tras unas rocas. Las chicas aterrorizadas se dieron cuenta de que tenían las manos pegadas al animal, y lo único que pudieron hacer fue gritar mientras se hundían en el loch.
Del mismo modo murieron los amigos del hijo del terrateniente de Kincardine en el Loch Pityoulish. El joven y sus amigos se encontraron con un caballo negro equipado con bridas, riendas y una silla de montar de plata. Los chicos se montaron en él y de repente se dieron cuenta de que se dirigían rápidamente al agua y no podían bajarse porque estaban pegados a las riendas. Por suerte, el heredero de Kincardine sólo había tocado las riendas con un dedo, y se liberó de su fatal destino cortándoselo, aunque poco pudo hacer por sus amigos, a los que vio morir a manos del caballo acuático.
Cuando adoptan forma humana se aparecen como hombres encantadores y apuestos, aunque siempre hay algún detalle que los delata, como que tengan cascos de caballo, algas y arena en el pelo o cierta tendencia a quejarse de dolor. Por esto, las gentes de las Tierras Altas se muestran desconfiadas con los extraños y los animales solitarios que rondan cerca del agua, donde habitan los each-uisge. Bajo este aspecto intentan seducir a jóvenes para devorarlas, pero en algunas historias son descubiertos por los padres o hermanos de la chica y son asesinados antes de que puedan hacerle algún mal. Independientemente de la forma que tuvieran, cuando un each-uisge muere, su cuerpo se transforma en un fango gelatinoso.
Los each-uisge no sólo se alimentaban de humanos, también eran atraídos por el ganado y las ovejas, y se les podía hacer salir del agua con el olor de la carne asada. Una historia de McKay titulada Más cuentos de las Tierras Altas del este relata lo siguiente:
Un herrero de Raasay perdió a su hija por culpa de un each-uisge. Como venganza, el herrero y su hijo fabricaron unos grandes garfios en una forja que habían levantado a la orilla del loch. Entonces asaron una oveja y calentaron los ganchos hasta que estuvieron al rojo vivo. Al poco tiempo, una gran neblina salió del agua, el each-uisge surgió de las profundidades y agarró a la oveja. El herrero y su hijo lanzaron los ganchos sobre el each-uisge y tras una breve lucha mataron a la criatura. Por la mañana lo único que quedó del animal fue una masa gelatinosa.El each-uisge podía ser fácilmente domesticado si se le colocaba unos grilletes de vaca en el cuello, haciéndolo totalmente inofensivo, pero si alguna vez se cayeran, huiría al galope hasta la seguridad de su loch, arrastrando con él, posiblemente, al que fue su amo. También se pueden domesticar si se robaba su brida mágica. Estos espíritus la usaban para ver hadas y demonios, y son vulnerables cuando no la tienen. Al igual que otras muchas criaturas, los each-uisge intentan evitar las cruces u otros símbolos religiosos.
Cada loch en Escocia tiene su propio each-uisge. El de Loch Treig era el más fiero de todos. Loch Eigheach significa «Loch del caballo», y es el hogar de un temido each-uisge que estaba dotado con un encanto mortal y un sedoso pelo gris. Cada vez que arrastraba a una víctima al agua, lanzaba un grito de triunfo.
Los encuentros con los each-uisge son muy similares a los de los kelpies. Una historia cuenta como siete niñas y un niño se encontraron a uno de estos espíritus un domingo por la tarde cerca de Aberfeldy. La criatura se les apareció bajo la forma de un pony que no dejaba de pastar hasta que la primera chica se subió a su grupa. Una por una, las otras chicas siguieron a su amiga y se subieron al pony, pero el chico notó que la espalda del animal se hacía cada vez más larga para poder abarcar a las chiquillas. Al final, el pony trató hacerse también con el chico gritándole: «¡Súbete a mi espalda!», pero el chico huyó y se resguardó tras unas rocas. Las chicas aterrorizadas se dieron cuenta de que tenían las manos pegadas al animal, y lo único que pudieron hacer fue gritar mientras se hundían en el loch.
Del mismo modo murieron los amigos del hijo del terrateniente de Kincardine en el Loch Pityoulish. El joven y sus amigos se encontraron con un caballo negro equipado con bridas, riendas y una silla de montar de plata. Los chicos se montaron en él y de repente se dieron cuenta de que se dirigían rápidamente al agua y no podían bajarse porque estaban pegados a las riendas. Por suerte, el heredero de Kincardine sólo había tocado las riendas con un dedo, y se liberó de su fatal destino cortándoselo, aunque poco pudo hacer por sus amigos, a los que vio morir a manos del caballo acuático.
Ilustración de Martin McKenna para el libro Misterstourworm and the Kelpie's Gift |
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