Los cwn Annwn (galés: sabuesos de Annwn), también conocidos como cwn y Wyvr (galés: perros del cielo), son unos perros fantasmales procedentes de Annwn, el inframundo galés, y pertenecientes a Arawn o a Gwyn ap Nudd, el rey de las hadas. Son similares a otros espíritus que recorren Reino Unido como los perros de Gabriel (inglés: Gabriel ratchets) o los perros dandy del Diablo (inglés: Devil's dandy dogs), relacionados con el fenómeno de la caza salvaje. Oír sus ladridos es presagio de muerte, aunque a diferencia de los otros perros, no causan daño ni destrozos allá donde se muestran.
Sus aullidos se oyen como fuertes lamentos cuanto más lejos estén, entre los que a veces destacan unos horribles y profundos ladridos, pero cuanto más cerca están comienzan a sonar como el suave lloriqueo de un cachorro. Aparecen en el mabinogion de Pwyll, príncipe de Dyfed, que se encontró con ellos durante una caza en los bosques de Glyn Cych. Siguiendo a sus perros, se separó de sus compañeros de caza y se adentró en los bosques. A parte de los ladridos de sus animales, comenzó a oír a otra jauría proveniente de la dirección contraria. Justo antes de salir a un claro vio como el otro grupo de perros, de orejas rojas y un blanco color fantasmal, aparecía y derribaba a un ciervo. Estos eran los perros de Arawn, de los que también se dice que recorren los cielos en busca de las almas de los hombres más retorcidos y malvados.
Sus aullidos se oyen como fuertes lamentos cuanto más lejos estén, entre los que a veces destacan unos horribles y profundos ladridos, pero cuanto más cerca están comienzan a sonar como el suave lloriqueo de un cachorro. Aparecen en el mabinogion de Pwyll, príncipe de Dyfed, que se encontró con ellos durante una caza en los bosques de Glyn Cych. Siguiendo a sus perros, se separó de sus compañeros de caza y se adentró en los bosques. A parte de los ladridos de sus animales, comenzó a oír a otra jauría proveniente de la dirección contraria. Justo antes de salir a un claro vio como el otro grupo de perros, de orejas rojas y un blanco color fantasmal, aparecía y derribaba a un ciervo. Estos eran los perros de Arawn, de los que también se dice que recorren los cielos en busca de las almas de los hombres más retorcidos y malvados.
Cŵn Annwn ilustrados por Roger Garland |
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