Entre las criaturas mitológicas que se encuentran en Cantabria tenemos a la Juáncana de las Siete Villas. Al igual que las ojáncanas normales, esta ogresa se alimentaba de niños, sólo tenía un ojo en medio de la frente y unos enormes pechos que se echaba a la espalda, pero se diferenciaba del resto porque tenía alas y características de osa y de cabra. Cuentan que, cuando va volando, le da por orinar encima de la gente. Al pobre desgraciado que le cae una gota en la cabeza se queda calvo al poco tiempo.
Dibujo de Gustavo Cotera |
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