Ibaraki dōji (japonés: 茨木童子; Niño del árbol espinoso) era uno de los principales miembros de la banda de Shuten doji, el jefe de todos los oni. No se tiene claro su género, pues varía de versión en versión, pero se le suele representar principalmente como una kijo, es decir, una diablesa u oni femenino.
Matthew Meyer resume la historia de Ibaraki dōji en La hora del encuentro con los espíritus malignos. Tras derrotar a Shuten doji, Minamoto no Yorimitsu regresó a Kioto con sus mejores hombres: Sakata no Kintoki, Urabe no Suetake, Usui Sadamitsu y Watanabe no Tsuna; fue entonces cuando el noble Fujiwara no Yasumasa les advirtió de que un oni estaba acechando en Rashomon, la puerta sur de las murallas de la ciudad.
Watanabe no Tsuna, que no se creía que un oni se atreviera a rondar cerca de los humanos justo después de acabar con el clan de Shuten Doji, fue en persona a comprobarlo. En el trayecto le sorprendió un fuerte vendaval que le impedía avanzar a caballo, por lo que se vio obligado a llegar hasta la puerta a pie. Una vez allí, mientras escudriñaba la oscuridad azotado por el viento, Tsuna notó que una mano monstruosa apareció tras él y le agarró el yelmo, pero, gracias a sus habilidades de experto guerrero, tomó su espada y rebanó en el acto aquel brazo. Se trataba de Ibaraki dōji, que quería vengar la muerte de Shuten, pero se vio obligada a huir y dejó atrás su miembro cercenado. Rashomon dejó de estar embrujada desde aquel momento, pero esta diablesa regresó disfrazada de nodriza de Watanabe no Tsuna para recuperar su brazo. Ya no se supo de su paradero tras estos acontecimientos, pero se dice que se la vio años más tarde por diferentes localidades causando problemas.
Matthew Meyer resume la historia de Ibaraki dōji en La hora del encuentro con los espíritus malignos. Tras derrotar a Shuten doji, Minamoto no Yorimitsu regresó a Kioto con sus mejores hombres: Sakata no Kintoki, Urabe no Suetake, Usui Sadamitsu y Watanabe no Tsuna; fue entonces cuando el noble Fujiwara no Yasumasa les advirtió de que un oni estaba acechando en Rashomon, la puerta sur de las murallas de la ciudad.
Watanabe no Tsuna, que no se creía que un oni se atreviera a rondar cerca de los humanos justo después de acabar con el clan de Shuten Doji, fue en persona a comprobarlo. En el trayecto le sorprendió un fuerte vendaval que le impedía avanzar a caballo, por lo que se vio obligado a llegar hasta la puerta a pie. Una vez allí, mientras escudriñaba la oscuridad azotado por el viento, Tsuna notó que una mano monstruosa apareció tras él y le agarró el yelmo, pero, gracias a sus habilidades de experto guerrero, tomó su espada y rebanó en el acto aquel brazo. Se trataba de Ibaraki dōji, que quería vengar la muerte de Shuten, pero se vio obligada a huir y dejó atrás su miembro cercenado. Rashomon dejó de estar embrujada desde aquel momento, pero esta diablesa regresó disfrazada de nodriza de Watanabe no Tsuna para recuperar su brazo. Ya no se supo de su paradero tras estos acontecimientos, pero se dice que se la vio años más tarde por diferentes localidades causando problemas.
Detalle de Ibaraki doji recuperando su brazo disfrazada de anciana - Shibata Zeshin |
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