Qilin

El qilin (chino: 麒麟) es una de las bestias divinas, junto al dragón y el fenghuang, más conocidas en el este asiático. El mito de los qilin pudo originarse cuando, durante la dinastía Ming, se llevó un par de jirafas a Nankín y allí se les declaró animales sagrados. Originalmente, qi (麒) se empleaba para los especímenes machos, li (麟) para las hembras y qilin para la especie en conjunto. En países como Japón y Corea, las palabras para referirse a estos animales míticos, kirin (きりん) y girin (기린), han quedado en desuso y se utilizan principalmente para nombrar a las jirafas. Pese a esto, en el país nipón, el kirin es la criatura más sagrada seguida del ave hoo y del dragón.

Este animal era descrito como una quimera compuesta por el cuerpo de un ciervo, cola de buey y cabeza de dragón. Está dotado de un par de astas, aunque a veces aparece con una sola; por eso, y por su caracter divino, también se le conoce como el unicornio asiático. Además, tenía una espesa melena, su cuerpo estaba cubierto de escamas y se le solía representar rodeado de fuego sagrado. Es una criatura de bondad y pureza tan pacífica que respeta a todo ser vivo, por lo que evita pisar cualquier insecto o incluso la hierba cuando camina. Debido a su naturaleza, sólo aparece durante gobiernos prósperos y nobles o cuando va a nacer un sabio, así que su avistamiento es presagio de gran suerte y fortuna. Se dice que se apareció ante la madre de Confucio antes de que le diera a luz; en el jardín del Emperador Amarillo y durante el reinado del Emperador Yao. Por estas cualidades positivas se utilizaba su figura para adornar templos y santuarios.

Dibujo de un qilin en el Sancai Tuhui, una obra de la dinastía Ming escrita por Wang Qi y Wang Siyien

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