Bakezori

Cuando una sandalia zōri es abandonada, a los cien años cobra vida y se convierte en el yokai conocido como bakezōri (japonés: 化け草履; zōri fantasma). A este tsukumogami le salen extremidades, un ojo y una boca y de esta guisa se dedica a rondar por las casas de noche haciendo ruidos y cantando «¡Kararin! ¡Kororin! ¡Kankororin! ¡Tres ojos y dos dientes!». Estos ojos a los que se refiere son los tres huecos de la sandalia donde se coloca el pie, mientras que los dos dientes son las cuñas de madera que tiene en la suela. Pocas historias más se conocen sobre esta criatura, aunque eso no le impide ser uno de los tsukumogami más populares junto al karakasa-kozo y el chochin obake.

Ilustración de Shigeru Mizuki

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