La taka onna (japonés: 高女; mujer alta) es un yokai femenino que aprovecha su estatura sobrenatural para espiar por la ventana a las parejas que mantienen relaciones en las casas de citas. En un principio parecen mujeres normales y corrientes que deambulan por los yūkaku, barrios dedicados a la prostitución, pero cuando nadie se lo espera, estiran sus piernas y cuerpo hasta llegar a las ventanas de los pisos superiores de los burdeles.
Es posible que originariamente fuesen mujeres demasiado feas que en vida no pudieron casarse o dedicarse a la prostitución, por lo que una vez muertas, espían a otras parejas contemplando los placeres que nunca pudieron gozar. Por su modo de actuar y la zona donde aparecen, son bastante similares al byobu nozoki y a la kerakera onna.
En un principio no son peligrosas ni atacan a los humanos, aunque Shigeru Mizuki recogió una leyenda de la prefectura de Wakayama sobre un espíritu similar al que llamó taka nyōbō (japonés: 高女房; esposa alta). Este yokai parecía por completo una mujer normal, hasta se casó con un comerciante de madera al que ayudaba con sus tareas. Con el tiempo, la mujer fue devorando uno a uno a los treinta trabajadores de su esposo y éste no descubrió su secreto hasta que una noche en la que fingía estar dormido la descubrió adoptando su verdadera forma: la de una mujer demoníaca de dos metros de alto. Aquella noche vio cómo se sumergía en un pozo y salía de él nuavemente con el aspecto de una hermosa mujer, aunque sus piernas se habían alargado tanto que llegaban hasta el fondo del pozo. El marido entonces entró en pánico y logró escapar de ella.
Es posible que originariamente fuesen mujeres demasiado feas que en vida no pudieron casarse o dedicarse a la prostitución, por lo que una vez muertas, espían a otras parejas contemplando los placeres que nunca pudieron gozar. Por su modo de actuar y la zona donde aparecen, son bastante similares al byobu nozoki y a la kerakera onna.
En un principio no son peligrosas ni atacan a los humanos, aunque Shigeru Mizuki recogió una leyenda de la prefectura de Wakayama sobre un espíritu similar al que llamó taka nyōbō (japonés: 高女房; esposa alta). Este yokai parecía por completo una mujer normal, hasta se casó con un comerciante de madera al que ayudaba con sus tareas. Con el tiempo, la mujer fue devorando uno a uno a los treinta trabajadores de su esposo y éste no descubrió su secreto hasta que una noche en la que fingía estar dormido la descubrió adoptando su verdadera forma: la de una mujer demoníaca de dos metros de alto. Aquella noche vio cómo se sumergía en un pozo y salía de él nuavemente con el aspecto de una hermosa mujer, aunque sus piernas se habían alargado tanto que llegaban hasta el fondo del pozo. El marido entonces entró en pánico y logró escapar de ella.
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Ilustración de Shigeru Mizuki |
Fuentes
Meyer, Matthew: El desfile nocturno de los cien demonios. Quaterni, Madrid, 2019.Misarin.net: Taka onna.
Mizuki, Shigeru: Enciclopedia Yokai Vol. 2. Satori, Gijón, 2018.
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